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Mar del Plata, Argentinma.- La imagen de la Virgen de Luján, que el Ejército Argentino llevó a las Islas Malvinas durante el conflicto bélico que enfrentó a la Argentina con Gran Bretaña en 1982, llegó a Mar del Plata y fue entronizada en la Basílica de los Santos Pedro y Cecilia de esta ciudad.
El martes 16 de agosto, el obispo diocesano Gabriel Mestre celebró la misa junto a veteranos de guerra, familiares de caídos, autoridades comunales y de las fuerzas armadas en la catedral marplatense, colmada de feligreses.
Acompañada de vítores, entre los acordes de la Banda de Música del Grupo de Artillería Antiaéreo 601 (que tuvo participación en la Guerra de Malvinas), la imagen de la Virgen ingresó al templo mayor de la ciudad balnearia. Posteriormente se rezó el rosario y luego se celebró la misa en un marco de profundo recogimiento.
De Malvinas a Inglaterra
La imagen de la Virgen de Luján partió de territorio continental argentino y arribó a las Islas Malvinas una semana después de haber comenzado el conflicto bélico, más precisamente el 9 de abril de 1982, con el objetivo de acompañar a los soldados argentinos desplegados en el archipiélago.
El 1 de mayo comenzaron los ataques de los ingleses a las tropas argentinas y los planes cambiaron. El 8 de ese mes se celebró una misa y se realizó una procesión en honor a la Virgen de Luján. A partir de ese momento permaneció en la capilla local de Saint Mary hasta el final del conflicto, el 14 de junio de 1982, día de la capitulación de las tropas argentinas, que no tuvieron más novedades de la imagen durante años.
En 2016, en un periódico malvinense, un médico militar británico contó que la imagen estaba en una catedral inglesa. Se comenzó a pensar entonces en su restitución, algo que tomó forma más concreta el 8 de marzo de 2019 en una reunión de obispos argentinos y británicos en Roma. Allí, el obispo castrense inglés expresó la intención de devolverla a la Argentina, al mismo tiempo que se acordó la entrega de una nueva imagen de la Virgen de Luján para que ocupara el lugar de la malvinera.
Con la bendición del Papa Francisco.
Luego de varias gestiones, el 30 de octubre de 2019 se llevó a cabo el traspaso de imágenes en el Vaticano, oportunidad en la que el Papa Francisco bendijo la imagen y a los presentes, entre ellos un obispo británico y también veteranos de guerra, familiares de caídos y sacerdotes argentinos, que tuvieron luego la misión de acompañar la escultura hasta su país, donde fue recibida por una gran cantidad de fieles en el aeropuerto de Ezeiza el 4 de noviembre de 2019, más de 37 años después de haber finalizado la guerra.
Tras el arribo de la imagen, monseñor Santiago Olivera, obispo castrense de la Argentina, presentó la escultura de la Virgen de Luján a la feligresía en una misa celebrada en la catedral Stella Maris, ceremonia a la cual asistieron autoridades civiles y militares.
Pocos días después, la imagen llegó a la Basílica de Luján, donde se realizó una multitudinaria Misa de Acción de Gracias. A partir de entonces, comenzó una peregrinación por distintas diócesis del país, que permitió que el 16 de agosto pasado llegara a Mar del Plata, justamente cuando se conmemoran los 40 años de la guerra, en una ciudad que tuvo una importante participación a través de personal de cuadro (esta ciudad tiene asentamientos de las tres Fuerzas Armadas, incluyendo la base de submarinos y buzos tácticos que fueron piezas fundamentales en la recuperación transitoria de las islas por parte de Argentina en 1982), además de una gran cantidad de soldados conscriptos, y también civiles que prestaron servicio como voluntarios.
Asimismo, la ciudad de Mar del Plata es sede de la Fundación No me olvides, institución que impulsó la restitución de identidades de caídos argentinos que habían sido inhumados como “soldados solo conocidos por Dios” tras la guerra, y por cuya labor su presidente, el veterano de guerra Julio Aro y el excoronel británico Geoffrey Cardozo, piezas fundamentales para llevar adelante esta tarea humanitaria, han sido nominados al Premio Nobel de la Paz en forma compartida.
Redacción: Miguel Monforte, SIGNIS Argentina
