Evento feliz para la vida de la Iglesia
Monseñor Rino Fisichella afirmó que la publicación de un Directorio para la Catequesis representa un evento feliz para la vida de la Iglesia, dado que puede marcar una provocación positiva porque permite experimentar la dinámica del movimiento catequético que siempre ha tenido una presencia significativa en la vida de la comunidad cristiana.
Añadió que tras mucho tiempo y esfuerzo, y después de una amplia consulta internacional, este Directorio para la Catequesis es un documento de la Santa Sede que ahora se confía a toda la Iglesia. También explicó que se dirige en primer lugar a los Obispos, por ser «los primeros catequistas entre el pueblo de Dios», además de «los primeros responsables de la transmisión de la fe». Naturalmente, junto a los Obispos se encuentran implicadas las Conferencias episcopales, con sus respectivas Comisiones para la catequesis, a fin de compartir y elaborar un esperado proyecto nacional que apoye el camino de cada diócesis.
El Señor transforma en evangelizadores genuinos
Sin embargo, los más directamente implicados en el uso de este Directorio, siguen siendo los sacerdotes, los diáconos, las personas consagradas, y los millones de catequistas que diariamente ofrecen su ministerio en las diferentes comunidades. Por esta razón destacó que «la dedicación con la que trabajan, sobre todo en un momento de transición cultural como éste, es el signo tangible de cómo el encuentro con el Señor puede transformar a un catequista en un genuino evangelizador».
Se trata del tercer Directorio desde el Concilio Vaticano II
Asimismo se destacó que desde el Concilio Vaticano II éste es el tercer Directorio, tras el primero, de 1971, y el segundo, de 1997, que «marcaron estos últimos cincuenta años de historia de la catequesis» y que «han desempeñado un papel fundamental» para dar un paso decisivo en el camino catequético, sobre todo, «renovando la metodología y la instancia pedagógica». A lo que el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización agregó:
«El proceso de inculturación que caracteriza en particular a la catequesis y que, sobre todo en nuestros días, demanda una atención muy particular, ha requerido la composición de un nuevo Directorio»
Desafío al que se enfrenta la Iglesia
Por otra parte, se puso de manifiesto que «la Iglesia se enfrenta a un gran desafío que se concentra en la nueva cultura con la que se encuentra, la digital». De manera que «focalizar la atención en un fenómeno que se impone como global, obliga a quienes tienen la responsabilidad de la formación a no tergiversar». Y a diferencia del pasado, cuando la cultura se limitaba al contexto geográfico, «la cultura digital tiene un valor que se ve afectado por la globalización en curso y determina su desarrollo».
La Iglesia en el complejo mundo de la educación
Y teniendo en cuenta que «los instrumentos creados en esta década manifiestan una transformación radical de los comportamientos que inciden sobre todo en la formación de la identidad personal y en las relaciones interpersonales», se destacó que:
«La velocidad con que se modifica el lenguaje, y con él las relaciones conductuales, deja entrever un nuevo modelo de comunicación y de formación que afecta inevitablemente también a la Iglesia en el complejo mundo de la educación»
La Iglesia en el vasto mundo Internet
Después de destacar que «la presencia de las diversas expresiones eclesiales en el vasto mundo de Internet es ciertamente un hecho positivo», también se afirmó que «la cultura digital va mucho más allá», puesto que «toca de raíz la cuestión antropológica», que es «decisiva en todo contexto formativo, sobre todo en lo referente a la verdad y a la libertad». Cuestión que hace necesaria una confrontación para la Iglesia en virtud de su «competencia» sobre el hombre y su pretensión de verdad.
Por esta razón, y «sólo por esta premisa – dijo Monseñor Fisichella – era necesario un nuevo Directorio para la catequesis. En la era digital, veinte años son comparables, sin exageración, al menos a medio siglo. De aquí se deriva la exigencia de redactar un Directorio que tomara en consideración con gran realismo la novedad que se asoma, con el intento de proponer una lectura que implicara la catequesis». Por este motivo:
«El Directorio no sólo presenta los problemas inherentes a la cultura digital, sino sugiere también cuáles caminos seguir para que la catequesis se convierta en una propuesta que encuentre al interlocutor en condiciones de comprenderla y de ver su adecuación con el propio mundo»
Fuente: Vatican News