Red Jesuita con Migrantes llama a respetar los derechos de migrantes

Bogotá, Colombia.- La Asamblea Continental de la Red Jesuita con Migrantes exigió que los Estados respeten y garanticen los «derechos humanos y dignidad» de las personas migrantes. La exhortación se hace en la Declaración final del encuentro que se llevó a cabo del 7 al 11 de noviembre, en Bogotá, Colombia, con la participación de más de 80 instituciones educativas, parroquias, obras y personas que trabajan brindando acompañamiento integral a las personas que migran de manera forzada y refugiadas.

En el comunicado, la Red Jesuita con Migrantes pidió de los Estados el restablecimiento del «derecho al asilo y que se promuevan «alternativas realistas de regularización migratoria que faciliten la integración regional y el acceso a derechos de las personas migrantes».

Durante el encuentro, los representantes de las organizaciones e instituciones que integran la red, expresaron su preocupación por la realidad que enfrentan las personas migrantes en la región e instaron «a las agencias de las Naciones Unidas a fortalecer su mandato de articular una respuesta integral«.

Así también exhortaron «a los organismos de cooperación internacional a apoyar y promover las agendas locales que responden a las necesidades reales de las personas migrantes y sus familias» e hicieron «un llamado a la sociedad civil a comprender el rol positivo de la migración en las comunidades».

Frente a la realidad de la migración en la región, la Red Jesuita con Migrantes, como parte de la Compañía de Jesús y de la Iglesia Católica, consideró que se debe «responder con audacia y creatividad, siguiendo el llamado del Papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes».

A continuación el comunicado final de la Asamblea Continental de la Red Jesuita con Migrantes.

Comunicado de la Asamblea Continental de la Red Jesuita con Migrantes
7 al 11 de noviembre de 2022

La Asamblea de la Red Jesuita con Migrantes, conformada por una diversidad de más de 80 instituciones educativas, parroquias, obras y personas que trabajamos brindando acompañamiento integral a las personas que migran de manera forzada y refugiadas a lo largo y ancho del continente, ratificamos nuestro compromiso con ellas y ellos, manifestamos preocupación y:

Exigimos a los Estados respetar y garantizar sus derechos humanos y dignidad, restableciendo el derecho al asilo y promoviendo alternativas realistas de regularización migratoria que faciliten la integración regional y el acceso a derechos de las personas migrantes.

Instamos a las agencias de las Naciones Unidas a fortalecer su mandato de articular una respuesta integral.

Exhortamos a los organismos de cooperación internacional a apoyar y promover las agendas locales que responden a las necesidades reales de las personas migrantes y sus familias.

Hacemos un llamado a la sociedad civil a comprender el rol positivo de la migración en las comunidades.

Vemos con preocupación en el continente que la expansión de las políticas restrictivas, la militarización, la externalización de las fronteras y la imposibilidad de solicitar asilo han llevado a que las trayectorias de vulnerabilidad tengan hoy un alcance continental. Estas decisiones políticas, alejadas de nuestra apuesta por una migración informada, acompañada y protegida, propician múltiples violencias en el origen, tránsito y destino, y una mayor necesidad de protección de derechos de quienes migran.

Reconocemos también que la corrupción, la impunidad, la desigualdad, el debilitamiento de la democracia y las violencias políticas y sociales de los países vulneran el derecho de las personas a permanecer en sus territorios. A la par, que emergen otras causas como las migraciones por razones socioambientales producto de la violencia contra la Casa Común. Manifestamos nuestra solidaridad con los pueblos del continente, en particular aquellos que padecen gobiernos de corte autoritario.

Frente a esta realidad, como parte de la Compañía de Jesús y de la Iglesia Católica consideramos que debemos responder con audacia y creatividad, siguiendo el llamado del Papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a las personas migrantes. Para ello, nos comprometemos a:

Fortalecer la cercanía y el acompañamiento a las personas migrantes y familiares, particularmente con quienes se encuentran en mayor vulnerabilidad, promoviendo su protagonismo en las propuestas de transformación hacia una migración con dignidad.
Impulsar en las comunidades acciones de solidaridad, hospitalidad y reconciliación que erradiquen el racismo, la discriminación y la xenofobia.

Incidir para transformar aquellas políticas que hieren a la familia humana representada en las personas migrantes y promover una gobernanza migratoria regional, nacional y local con un enfoque de derechos humanos.

Promover una comprensión crítica, profunda y cercana a las realidades migratorias que nos llaman.

Aportar con generosidad a la articulación con otras organizaciones y redes a las que nos unen horizontes comunes.

Siguiendo el llamado del Papa Francisco en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado “nadie debe ser excluido” del proyecto de construcción del Reino, la inclusión de las personas migrantes más vulnerabilizadas es una condición necesaria para este propósito, es por esto que creemos que el futuro será de esperanza si lo construimos juntos y juntas.

Dado en Bogotá, a los 11 días del mes de noviembre de 2022