“Seamos constructores de paz con justicia” es el título del mensaje final de la 124ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Peruana, en el que se ofrecen como mediadores para buscar una solución a la crisis política.En el comunicado, los obispos expresan su preocupación por la grave crisis social y política que vive el país, tras la destitución del expresidente Pedro Castillo, el 7 de diciembre de 2022.
Hasta el momento, la violencia de las protestas y de la represión de las fuerzas del orden han dejado un saldo mortal de 62 personas fallecidas, por lo que los prelados se ofrecen mediar en la crisis política para “construir puentes de encuentro”. “La Iglesia debe ser realmente solidaria con la humanidad entera y con su historia”, resaltaron. (cf. GS 1)
En el mensaje, los obispos peruanos hacen un llamado a las autoridades y todos los actores políticos, para lograr encontrar una vía consensuada para salir de la grave crisis, que deja también más de mil doscientas personas heridas.
Las protestas ciudadanas se mantienen en varias ciudades y regiones del Perú y se han radicalizado con bloqueos de carreteras, ferrocarriles y aeropuertos, en exigencia de la renuncia de la presidente Dina Boluarte y la disolución del Congreso.
El gobierno peruano decretó el estado de emergencia durante 30 días, a partir del 15 de enero, en varias regiones, y amplió el toque de queda en el departamento de Puno, epicentro de los disturbios. Sin embargo, la presidente Boluarte ha descartado su dimisión.
El mensaje fue leído por el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Miguel Cabrejos.
A continuación el comunicado íntegro de los Obispos del Perú.
¡SEAMOS CONSTRUCTORES DE PAZ CON JUSTICIA!
“Al acercarse y viendo la ciudad, Jesús lloró por ella, y dijo: «¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía.” (Lc 19, 41-42)
Los obispos del Perú vemos con mucho dolor la dura confrontación política y social en nuestra patria. Lamentamos la violencia desatada porque la violencia solo engendra más violencia. La muerte de más de 50 hermanos peruanos es una profunda herida en el corazón de nuestro Pueblo; así como el sufrimiento de todos los heridos, civiles y policías. Esto nos exige cambiar decididamente el rumbo: ¡queremos la paz!
Ciertamente, no pueden quedar impunes estas atrocidades que han enlutado el país. Se debe investigar con celeridad individualizando y sancionando a los responsables.
En el Perú, todos somos necesarios para construir la patria. ¡Basta de promover polarizaciones! ¡Dejemos de lastimarnos unos a otros! ¡No más enfrentamientos! Esta situación exige diálogo, escucha y decisión.
Es el momento que se comprometan responsablemente las autoridades y todos los actores políticos, para que podamos encontrar una vía consensuada para salir de esta grave crisis.
Es el momento de levantar la mirada y encaminarnos al encuentro y la reconciliación con justicia. El país no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre.
Asumamos el compromiso de reconstruir el Perú e invocamos también a la sociedad civil a que asuma su responsabilidad.
Como obispos ofrecemos una vez más nuestro servicio para mediar y para construir puentes de encuentro. La Iglesia debe ser realmente solidaria con la humanidad entera y con su historia. (cf. GS 1)
El Papa Francisco, nos dice en Fratelli Tutti:“En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia” (FT 225).
Que Dios y Nuestra Señora de la Paz protejan y bendigan al Perú.
Lima, 20 de enero de 2023.
LOS OBISPOS DEL PERÚ