Lima, Perú.- En un comunicado que se hizo público el lunes 12 de diciembre, titulado ¡No a la violencia!, ¡No al desgobierno!, la Conferencia Episcopal Peruana hizo una «apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país». En el mensaje, los obispos católicos lamentaron profundamente el fallecimiento de ciudadanos «como resultado del enfrentamiento entre manifestantes y las Fuerzas del Orden» y expresaron sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Para los obispos, cuando las protestas están motivadas por reclamos justos deben ser escuchadas, pero destacan que los derechos deben ser ejercidos sin violencia.
En el comunicado de la Conferencia Episcopal se hizo un llamado a «las Fuerzas del Orden, especialmente a la Policía Nacional del Perú, para actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas«.
Igualmente, piden que la «clase política», de manera especial al Poder Ejecutivo y los representantes al Congreso de la República para que se preocupen «por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos».
«Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo.
La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias. ¡No más hechos de violencia!, ¡No más muertes! ¡El Perú debe ser nuestra prioridad!», dice el comunicado.
A continuación el texto íntegro del comunicado de la Conferencia Episcopal Peruana:
¡No a la violencia!, ¡No al desgobierno!
Ante los recientes y dolorosos acontecimientos de violencia que está viviendo nuestra querida Patria, los obispos del Perú expresan lo siguiente:
Lamentamos profundamente el fallecimiento de dos personas en Andahuaylas, Apurímac, como resultado del enfrentamiento entre manifestantes y las Fuerzas del Orden. A sus familiares nuestras profundas condolencias.
Hacemos una apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia.
A las Fuerzas del Orden, especialmente a la Policía Nacional del Perú, para actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas;
A la clase política, de manera especial al Poder Ejecutivo y a los Congresistas de la República, para preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos.
A todas las Instituciones del Perú, para que procuren la estabilidad del país, porque no podemos darnos el lujo de un desgobierno en nuestra Patria.
Nuestro querido país no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre. Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo.
La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias. ¡No más hechos de violencia!, ¡No más muertes! ¡El Perú debe ser nuestra prioridad!
Que la Santísima Virgen de Guadalupe nos guíe por caminos de justicia y de paz.
Lima, 12 de diciembre de 2022.
La Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana