Monseñor Rafael Cob García*.- En este día que el mundo se enorgullece de tener una declaración de Derechos humanos, debiéramos entristecernos porque esos derechos en muchos lugares de la tierra, en muchas situaciones del mundo, no se respetan ni se cumplen, pareciera que fuera papel mojado, como dicen, el papel aguanta todo lo que uno quiera escribir, pero otra cosa es que eso que se escribe se ejecute y se viva.
Por ello hoy queremos desde la voz profética de la Iglesia, alzar la voz para anunciar y denunciar que esos derechos acordados por las naciones de la tierra sean conocidos, vividos, cumplidos y respetados.
El ser humano creado por Dios tiene una vida y el derecho a la vida es el principal derecho del cual se derivan todos los demás, el derecho a vivir, la vida es un don sagrado que nadie tiene mando sobre él, sino solo el que la ha creado que es Dios. Nadie tiene derecho a quitar la vida de nadie. Pero hoy campean leyes como la del aborto que mata la vida de los no nacidos. Por ello hoy, cuando en muchos países están legislando para favorecer el aborto, están sembrando muerte y muerte de inocentes.
Hoy se enorgullecen los gobiernos de crear leyes que favorezcan los intereses de los poderosos y falta la valentía para hacer leyes que favorezcan a los pobres y humildes de la tierra, cuyos derechos tantas veces son atropellados, siendo excluidos, marginados, abusados y descartados. Falta la valentía de luchar contra corriente en la defensa de los pobres y los humildes.
Cuando hoy se legislan derechos para acumular riqueza favoreciendo monopolios que explotan la tierra de los pobres y empobreciendo más la tierra y los pueblos que viven en ella, siembran la injusticiay la violencia.
En medio de tanta gente indefensa por laignorancia de sus derechos, levantamos la voz, por aquellos que no pueden hacer frente a los que tienen el poder de la fuerza pero no de la razón, a aquellos que creen que todo lo pueden comprar con su dinero, campea la corrupción en el mundo sembrando la mentira, el engaño y la hipocresía. No vendamos nuestra herencia por un plato de lentejas, no al soborno y a la compra de conciencias.
Hoy día del aniversario que en 1948 la Asamblea de las Naciones Unidas hizo la Declaración Universal de los DerechosHumanos, es día de compromiso para todos lo humanos que vivimos en el planeta tierra para juntos defender y hacer cumplir esos derechos declarados, un compromiso para vivir en la verdad y la justicia .
Ello exige una conversión personal y colectiva, empezando por los que tienen en sus manos el poder de gobernar y legislar a los pueblos. Hoy, más que nunca, cuando se ha puesto de manifiesto con esta Pandemia del Covid 19 que nadie es inmune ante el mal y la enfermedad, que somos frágiles y débiles y nadie puede garantizar su vida sino Dios que nos la dio, pidamos a Él que nos haga artífices de vida cuidando y respetando la vida humana y la vida de la naturaleza que nos rodea, de la cual dependemos en nuestro vivir, los derechos de la naturaleza también son derechos a respetar, cuidemos la casa común hogar de la humanidad.
Tenemos una tarea siempre pendiente, denunciar el mal cuando los derechos son vulnerados; también hoy como a Caín, Dios nos reclama ¿Dónde está tu hermano?
Ese hermano o hermana al que no se le tienen en cuenta sus derechos, hoy es día del compromiso a para desterrar la violencia y sembrar la paz, sembrar la fraternidad porque todos formamos parte de esa familia que es este mundo que camina en la tierra con esperanza y solo juntos podremos salvarnos del mal.
No defraudemos la esperanza de los pobres porque no tienen abogado quien les defienda en medio de su sufrimiento, cuando abusan de ellos los poderosos o los que se creen fuertes ante el débil no respetando sus derechos.
Hoy tenemos que hacer el compromiso de crear una cultura de paz, de justicia , enseñar al que no sabe es una obra de misericordia hay que enseñar a nuestra gente que tiene sus derechos que defender. Todo el mundo debe saber sus principales derechos universales y naturales: a la vida, a la salud, a la igualdad, a la alimentación, a la libre expresión, al estudio, a la cultura, al libre tránsito, al nombre y nacionalidad.
Hoy debemos concientizar a nuestro pueblo que levante la voz cuando sus derechos no son respetados, denunciar la corrupción cuando son engañados, abusados y robados.
Que no quede impune al que infringe las leyes universales que llevamos en nuestra conciencia la cual nos dice cuando hacemos el mal condenando y aprueba el bien cuando se busca el bien común por encima del bien particular.
Demos gracias a Dios porque al crearnos y darnos la vida nos regaló la conciencia y la inteligencia para pensar y desarrollar el bien de nuestra vida y de la de los demás. Todos tenemos derechos ello exige conocerlos y también nuestras obligaciones de respetarlos. Felicitaciones a todos los que viven los derechos y obligaciones, los dan a conocer y los respetan.
* Monseñor Rafael Cob García, Obispo del Vicariato Apostólico de Puyo, Ecuador, y vicepresidente de la REPAM.