Caracas, Venezuela.- Como un «atropello a los derechos políticos de los ciudadanos venezolanos» calificó el Cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, a las elecciones presidenciales del 20 de mayo. En una entrevista concedida a la fundación pontificia «Ayuda a la Iglesia Necesitada», el purpurado venezolano insistió en que las elecciones deberían haber sido convocadas para que se realicen «el último trimestre del año como se prevé en la Constitución».
Insistió en que estas elecciones no son legales ni son democráticas y que tampoco van a solucionar el problema de la emergencia social, por lo que están deslegitimadas.
Al comentar sobre la situación que se vive en Venezuela señaló que al momento la «situación es difícil de cambiar: ¿cómo puede haber cambio cuando el gobierno ha ocupado todos los espacios de los poderes públicos? No hay a quien acudir. Está la Asamblea Nacional pero está prácticamente inhabilitada, así como se han invalidado a los partidos políticos. Por otra parte se podría decir que existe una “hipoteca” de Venezuela en el juego geo-político internacional, el país fue eliminando la cooperación con unos países y creando alianzas estratégicas con otros. Por ejemplo para la explotación de la minería y del petróleo. En el sur de Venezuela hay minas de diamantes, oro y coltán… Es el famoso Dorado. Por cierto la agresión al medioambiente y la explotación incontrolada es otro tema preocupante. Hoy en día se puede decir que cualquier conflicto en Venezuela no es un conflicto sólo entre venezolanos. El país está dentro del juego geopolítico y económico internacional. Eso lo hace todavía más difícil. Pero no debemos dejar de orar por nuestro país y anhelar una solución pacífica», dijo.
Para el cardenal Urosa, el éxodo masivo de venezolanos se debe a que la población no ve futuro en su país. «Hay un éxodo porque no hay futuro. Hay gente que se va caminando, por la frontera con Cúcuta. La situación es dramática. En estos momentos prácticamente todas las familias venezolanas tienen a alguien fuera del país. El éxodo también afecta a la Iglesia, por ejemplo aquí de la diócesis de Caracas ya son cuatro diáconos permanentes que también se han ido, por motivos familiares. También hay muchas congregaciones que están sacando a sus religiosas del país por falta de medios para alimentarles o cuidados médicos».
Según el último informe de Caritas Venezuela la inflación alimentaria superó el 1.300% en el 2017. Asimismo el Fondo Monetario Internacional estima que la inflación en el país será de 13.000%, la más alta del mundo en 2018. El 1 de mayo el salario mínimo subió de 1,3 millones de bolívares a 2,5 millones; esto significa un 95% de aumento. Es el noveno aumento de sueldo desde enero de 2017 y el tercero en el transcurso de este año. A esta situación económica se suma la crisis política.
En su último comunicado, la Conferencia de Obispos de Venezuela afirma que la realización de las elecciones está deslegitimada porque “tal como están concebidas, sin las suficientes garantías que identifican todo proceso electoral libre, confiable, transparente, con innumerables inhabilitaciones de posibles candidatos, lejos de aportar una solución a la crisis que vive el país, pueden agravarla y conducirlo a una catástrofe humanitaria sin precedentes”.
Redacción: radioevangelizacion.org a partir de una entrevista realizada por la Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada www.ayudaalaiglesianecesitada.org publicada en la Agencia Zenit.