Facebook   Twitter   Instagram   Youtube   Flicker

SIGNIS ALC

17 enero 2022

No hay comentarios

Casa Novedades Artículos

La Paz es Educación

La Paz es Educación

 

“…la instrucción y la educación… constituyen los principales vectores de un desarrollo humano integral: hacen a la persona más libre y responsable, y son indispensables para la defensa y la promoción de la paz. …son las bases de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso” (Papa Francisco – 55 Jornada Mundial de la Paz, enero 2022).

 

Históricamente, nuestro sistema educativo ha tenido un desarrollo desigual y diferenciado, fruto de inequidades socioeconómicas y una ineficaz cobertura de los servicios públicos. Si bien existe un aumento de cobertura, gratuidad de la enseñanza pública, impulso a la inclusión, crecimiento de tasas de matriculación; existe también un mínimo incremento del financiamiento, asimetrías marcadas entre zonas urbanas y rurales, con tasas de acceso inferiores al promedio nacional pese al incremento en la cobertura para grupos étnicos y más empobrecidos. La mala calidad de la educación es evidente.

 

En la Constitución vigente, la educación es definida como un derecho de las personas y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Y, dispone que la educación debe centrarse en el ser humano y su desarrollo integral… En la realidad, estos enunciados son solo retórica estéril e ineficaz. La crisis educativa se ha acrecentado con el covid 19 y se ha constituido en un desafío nacional que demanda acciones inmediatas.

 

Antes de la emergencia sanitaria, aproximadamente 268 mil niños, ya estaban fuera del sistema educativo; 187 mil tenían rezago escolar de más de dos años; 7 de cada 10 estudiantes de 7mo. grado de EGB tenían un nivel insatisfactorio en lenguaje y matemáticas; 6 de cada 10 estudiantes consideran que están aprendiendo menos. Se estima que el 22% carecen de acceso a internet.

 

La pandemia obligó al cierre de las instalaciones educativas, pasando a la virtualidad, lo que afectó a más de 4.4 millones de estudiantes, especialmente a los más pobres y vulnerables. Al mismo tiempo, los ingresos económicos se redujeron en el 84,3% de los hogares, obligándoles a abandonar sus estudios.

 

Si bien las familias se esfuerzan en tener herramientas que ayuden a sus hijos a continuar con sus estudios, en muchas ocasiones, dicha conectividad es deficiente y solo 2 de cada 10 estudiantes cuentan con equipos para su uso personal.

 

En este contexto, de un día para otro, las salas, comedores, dormitorios e incluso patios se convirtieron en aulas improvisadas, en las que los padres de familia se transformaron en inexpertos facilitadores del aprendizaje y los estudiantes tuvieron que enfrentar la falta de internet, de equipos y autocapacitarse en las plataformas digitales para continuar con sus estudios.

 

La tecnología apoya a la educación y es muy eficaz, pero demanda planificación, recursos humanos y económicos, además de equipos con acceso a internet, plataformas adecuadas, capacitación a docentes, adaptación de las estrategias a los distintos entornos. La pandemia evidenció que el país no estaba preparado para el modelo educativo “on line”. La excelencia educativa en el país es solo una declaración. Lamentablemente los más pobres son los que reciben una educación deficiente.

 

“Es necesario forjar un nuevo paradigma cultural a través de «un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad»» Papa Francisco.

 

Para que haya paz en Ecuador es necesario que la educación sea inclusiva, equitativa, con suficientes recursos humanos, sicopedagógicos, económicos, con infraestructura de primera, con excelencia académica, con docentes bien remunerados…  La Paz es educación.

———-

Carta semanal de la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz | Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe.