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La democracia social deber ser el reto en Venezuela 2020, dicen obispos

Caracas, Venezulea.- En el marco de la Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela, CEV, que se cumple del 7 al 12 de enero de 2020, los obispos apuntaron que «el reto venezolano en 2020 debe ser la democracia social».

Durante la CXIII Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela un profundo análisis del panorama nacional y eclesial del país, centrándose en los grandes desafíos a los que se enfrenta el pueblo venezolano, procediendo al análisis de la situación y a las respectivas acciones pastorales que deben aplicarse para lograr una estabilidad social mayor.

El discurso de instalación de la Asamblea fue elaborado por el presidente de la CEV, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo, quien por razones de salud no pudo estar presente en la jornada, por lo que el encargado de leerlo fue Monseñor Mario Moronta, vicepresidente de la CEV y Obispo de la Diócesis de San Cristobal.

Durante la Asamblea, los obispos han realizado una presentación del panorama nacional y eclesial de Venezuela, centrándose en los grandes desafíos a los que se enfrenta el pueblo venezolano, procediendo al análisis de la situación y a las respectivas acciones pastorales que deben aplicarse para lograr una estabilidad social mayor.

Temas de la Asamblea y el trabajo pastoral

Entre los temas que se abordarán en las sesiones destacan el Sínodo de la Amazonía, «que ha abierto un espacio fundamental para la sinodalidad en la Iglesia y que ha puesto en claro la necesidad de un mayor compromiso con la casa común»; así como el protocolo de protección de abuso a menores y el camino a la II Asamblea Nacional de Pastoral a realizarse en julio de 2020.

Por otra parte, los prelados hacen hincapié en el gran trabajo pastoral y humanitario que sigue llevándose a cabo con perseverancia y esperanza cristiana en las fronteras de Venezuela.

Apoyo a los migrantes en las fronteras

«Son muchos los migrantes que necesitan apoyo dentro y fuera de nuestra frontera. Para reforzar este trabajo pastoral y humanizador, los Obispos de frontera de Colombia y Venezuela nos reuniremos a finales de este mes en Cúcuta conjuntamente con el secretario y miembros del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, de tal forma de fortalecer la ayuda humanitaria y la atención pastoral a quienes migran por la grave e injusta situación de nuestro país», se afirma en el discurso.

Alma del pueblo venezolano golpeada

Y en alusión a la dura realidad que «golpea el alma del pueblo venezolano», el Episcopado destaca tres acciones que deben ser reforzadas y apoyadas por parte de una Iglesia en «salida misionera» que sale al encuentro de los hermanos más necesitados y que no es indiferente ante el sufrimiento humano: «la denuncia profética, el anuncio esperanzador y el compromiso responsable».

La denuncia profética

En primer lugar, la denuncia profética que comienza por retomar la dramática valoración reiterada por el episcopado de Venezuela: «estamos, como personas y ante todo como pueblo, inmersos en una situación moralmente intolerable» ya que, en efecto, «no es solo contemplar el ámbito de legalidad jurídica de origen o no, de legitimidad política o no en virtud de procedimientos institucionales que, como todos sabemos, han sido violentados tantas veces en detrimento de la libertad y la paz; sino de lo que se trata, en términos éticos y religiosos, en el fondo y radicalmente, es de estar a la altura de la realidad de este desorden establecido».

El anuncio esperanzador

En segundo lugar, el «anuncio» esperanzador, como correctivo a la simple denuncia. En este sentido, los obispos del país hacen referencia a la esperanza, «basada en la convicción de que el ser humano es libre, capaz de solidaridad, comprometido en construir comunión desde la diversidad y que todo mañana puede ser mejor».

«Una esperanza arraigada sobre todo en la promesa cristiana de que, en Jesús, un orden de justicia y de caridad es posible mientras caminamos como personas, familias y pueblo hacia el Reino de verdad, de paz y de fraternidad definitivo».

Fuente: Vatican News