A 50 años del Encuentro de Santarém, el IV Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonía Legal, concluyó con el compromiso «evangelizar Europa y los demás continentes», según resaltó la presidenta de la Vida Consagrada en Brasil, la hermana María Inés Vieira Ribeiro. El encuentro finalizó con un momento de acción de gracias por los 50 años de inserción y de evangelización liberadora y con el compromiso de continuar el trabajo de evangelización.
La Amazonía proyectada en la Iglesia universal
En la rueda de prensa final, la religiosa destacó que «la Iglesia de la Amazonía, a través de este encuentro, se proyecta a la Iglesia universal. «Más aún ante la petición del Papa Francisco de asumir ‘esta evangelización inserta, encarnada, en medio de los más pobres'». En este sentido, podemos decir que «el encuentro se cerró en el día en que la Iglesia conmemora a San José de Anchieta, que vino desde Europa para evangelizar Brasil. Hoy, Brasil y la Amazonía quieren evangelizar Europa y los demás continentes», apuntó.
Partiendo de la realidad, la Hna. Vieira reflexionó sobre las amenazas que sufren las comunidades, viendo el encuentro como un nuevo espíritu, mostrando el rostro de una Iglesia que está en el territorio, y siendo una oportunidad para construir nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía, una agenda de acción política en busca del desarrollo sostenible.
Agradecimiento y reflexión sobre el futuro
Entre tanto, el arzobispo de Manaos, Mons. Leonardo Steiner, destacó que el encuentro ha sido «una oportunidad para revisitar el pasado, para recordar, no como nostalgia, sino para percibir la audacia y la palabra de esperanza de una Iglesia que buscó realmente dónde estaba y cómo llevar el Evangelio a las realidades de aquel tiempo».
Según dijo, es un momento de agradecimiento y de reflexión sobre el futuro, sobre la presencia de nuestra Iglesia en la región amazónica. Esto de manera sinodal, con la presencia de todas las vocaciones y ministerios, reconociendo que la presencia de los pueblos indígenas debería haber sido más significativa.
En relación con el Documento Final, que está en proceso de revisión, apuntó que «es un documento que sabe leer la realidad, pero es un documento que piensa el futuro de nuestra Iglesia». El arzobispo de Manaos reconoce que «muchas de las acciones propuestas llevarán tiempo, pero es un texto positivo y de esperanza». También destacó la importancia del mensaje del Papa Francisco, que ayudó a construir «un documento que da más ánimo, más valor».
Denunciar la realidad
Para Mons. Steiner, el documento final llega en una realidad muy diferente a la de hace 50 años, que «muestra la necesidad de tener acciones que realmente apunten al futuro». En este sentido destacó que el documento reafirma las comunidades eclesiales de base, la formación creciente de líderes laicos, más espacio para las mujeres, la formación de seminaristas y sacerdotes, también de misioneros que vienen de fuera, estando atentos a las nuevas realidades: grandes proyectos, medios de comunicación como instrumento de evangelización. Una presencia que sabe denunciar las realidades en las que vivimos, especialmente en relación con los pueblos originarios y el medio ambiente.
Así también, según la Hna. Vieira, se trata de abordar las nuevas realidades, como la migración, algo que aparece en el documento, sugiriendo caminos pastorales que pasan por el trabajo en red. El documento quiere ayudar a la Vida Consagrada a recuperar la conciencia de que «en su origen nació para las realidades misioneras, para responder a los gritos de la humanidad».
Reafirmar el papel de los laicos
Según la presidenta de la CRB, este encuentro se ve como una esperanza para el protagonismo de las mujeres en la Iglesia. Lamentó la poca presencia de la mujer «en los procesos de decisión de la Iglesia», con poca consideración de sus propuestas, que buscan el crecimiento de la Iglesia, por lo que ve este encuentro como un momento de esperanza.
La religiosa destaca también que en el Documento Final se reconoce «una reafirmación del papel de los laicos en la Iglesia católica», sugiriendo un papel más fuerte en la formación de los laicos en diferentes campos teológicos y en la formación en ciudadanía, insistiendo en su mayor presencia en los espacios de decisión.
Según se adelantó, el Documento incluye también a los jóvenes como una de las líneas prioritarias, destacando la creciente contribución en el campo del Buen Vivir y la importancia de trabajar con los jóvenes indígenas, algo que también se está fomentando con los seminaristas indígenas del Seminario de San José de Manaos.
El arzobispo de Manaos destacó las experiencias de los jóvenes evangelizando a los jóvenes. También relató cómo las comunidades del interior se resienten ante la salida de los jóvenes, por la falta de una presencia activa de los mismos, llamando a salir al encuentro de la juventud.
Defensa y protección de las minorías
Para la Hna. María Inés, el documento final indica la necesidad de la defensa y protección de las minorías, como la situación de los quilombolas en Brasil, que denuncia. En el mismo sentido, Mons. Leonardo afirmó el peligro para las personas que exigen un cuidado del medio ambiente, algo recogido en los informes del CIMI y de la CPT, pero también en el Documento Final del encuentro. La Iglesia hace una opción por estas comunidades, según el arzobispo de Manaos, «siendo una presencia de fuerza, pero también una presencia de aliento».
Un encuentro que, según Mons. Leonardo Steiner, «nos ayuda a articularnos más», que insiste en la buena organización de la Iglesia, una Iglesia muy viva y presente, desafiada a acercarse ante los conflictos, a la formación. Consideró su elección como cardenal no como un mérito personal, sino como una prueba más de que la Amazonía está en el corazón del Papa, esperando prestar su colaboración y pidiendo a las Iglesias que se animen.
Fuente: CELAM