Facebook   Twitter   Instagram   Youtube   Flicker

Jóvenes y adultos, una reflexión a partir de Wolverine

Enrique Vega-Dávila *.- Quienes asistimos a la última entrega sobre Wolverine, Logan©, hemos visto un drama con muchas aristas. El final de la película Logan ha dejado a muchas personas con un sabor a tristeza: uno de los grandes de X-man es sepultado mientras un grupo de adolescentes huye, en esta misma escena uno de los fugitivos llevaba en sus brazos un juguete con la forma del héroe recientemente caído. Quisiera reflexionar, a propósito de algunas escenas, sobre los procesos de juventud para ser más conscientes de la brecha generacional.

Una generación desconocida: La película presenta a niños y niñas que no han sido socializados del mismo modo que otro grupo de las mismas edades. Este grupo ha sufrido violencia, han vivido el encierro en máquinas, han experimentado con ellas y ellos. Es una generación que ha desarrollado otro tipo de vínculos con semejantes y diferentes.

La forma de socialización de cada generación cambia. Cada una ha creado diferentes modos de comunicar sus ideas, su lenguaje propio, sus imágenes. Las últimas generaciones, que son nativas digitales, han aprendido a expresarse de un modo diferente y en diferentes espacios. Por ejemplo, una conversación por WhatsApp puede ser tan o más intensa que en persona, cosa que puede desinstalar a otra generación, pero lo peor que podemos hacer es negar su vivencia, la mejor actitud sería interesarse y hacer el esfuerzo por aprender y respetar sus propios procesos.

Una generación con diferentes referentes: Las coordenadas de reunión para encontrarse y huir de la amenaza no solo se encontraban en papel sino que aparecían también en un cómic, este mencionaba la dirección exacta, y mientras que Logan, como adulto, piensa que se trata de una mentira o de una broma de mal gusto, la referencialidad de Laura, la niña fugitiva, es tan solo ese lugar, con esas coordenadas.

El mundo adulto debe reconocer que la referencialidad juvenil no proviene de los mismos valores que las generaciones antiguas y no tan antiguas poseían. Al mundo adulto, la llamada generación X, anterior a quienes nos reconocemos como millenials (generación nacida entre el 80 y 92, aunque según especialistas varían los años), les cuesta comprender que no son los grandes discursos o libros los que ayudan como referentes sino memes, imágenes o frases cortas a las que se tiene como importantes e, incluso, como verdades. Desde aquí somos retados y retadas a identificar cuáles son los nuevos referentes y a partir de ellos construir puentes.

Una generación que se va a hacer sola: Ya no quedan más mutantes, esta generación nueva se ha quedado totalmente sola, sus líderes no son adultos sino alguno del grupo. Solo queda vivir porque en medio de la vorágine solo sienten compañía de sus pares. Cuando Logan lleva a Laura a Edén y dialoga con el líder, si bien hay un agradecimiento inmediatamente después le da el dinero. La relación que tiene con Logan no es de iguales, él se resiste, debe aprender.

Esta pretensión del ser humano que se hace a sí mismo puede parecernos totalmente fuera de sí, pero es como se han configurado muchas personas debido a lo que el mismo sistema les ha ofrecido. Al no poseer referentes del mundo adulto, existe la tentación de siempre crear la pólvora y no continuar procesos ya iniciados, pero al mismo tiempo genera una creatividad sorprendente, haciendo bandera de batalla elementos que no siempre han sido considerados y que son vistos con sospecha, tales como lo son ahora el antiespecismo o el veganismo, misma fuerza que ha estado en la creatividad desarrollada en otras luchas anteriores desde el obrero, el trabajador, las mujeres y muchas más.

Una generación que lucha por su identidad: heredera de la trama anterior, los y las mutantes luchan por definirse en una sociedad que los excluye. Sus poderes o su forma los hace diferentes, pero siempre pelearán por encontrar su lugar. Esta vez, los mutantes están casi extintos y solo queda esa generación de adolescentes que lucha por sobrevivir en un mundo que tampoco los entenderá.

Es importante que quienes nos encontramos en el campo de la educación podamos tomar consciencia de estos factores. No solo estamos como agentes comunicadores de saberes, sino que, teniendo la gran oportunidad de estar de modo permanente con jóvenes debido a nuestra labor, es también nuestra tarea ser puente generacional entre esa generación, que es aún desconocida, y la anterior. No podemos vivir en aislamiento ni sugerir que desaparezca una u otra sino, más bien, apostar por el diálogo y la construcción a partir de las diferencias.

El Papa Francisco ha convocado para el año 2018 un sínodo sobre Jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, la Iglesia está atenta a las nuevas generaciones, pero no puede presentarse solo como maestra de humanidad, sino que en este campo le toca ser discípula, ponerse a los pies del Maestro y servir a la humanidad sin juzgarla sino acompañándola.

(*) Profesor de Teología en la PUCP.

Iniciativa Eclesial 50° VAT II

Compartido por Diario La República