Puyo, Ecuador.- El Obispo del Vicariato Apostólico de Puyo, Monseñor Rafael Cob, vicepresidente de REPAM, confirió el ministerio de la Palabra y de la Eucaristía a cinco servidores de las comunidades kichwas de Boveras Montalvo, a tres varones y dos mujeres. Los servidores indígenas de la Iglesia Católica son Susana y Aurea; Franklin, Andrés y Juan, quienes recibieron los ministerios durante la reciente visita pastoral a las comunidades indígenas Kichwas en el interior de la selva amazónica de Pastaza.
Es la primera vez que se confieren estos ministerios a mujeres, después de que el Papa Francisco autorizó que se confiera el ministerio a las mujeres y que fuera una idea recogida en el Sinodo Amazónico y que sintoniza con la linea que el Papa quiere dar protagonismo a las mujeres en la Iglesia.
Según destaca el Obispo de Puyo, los servidores recibieron con felicidad los ministerios de la Palabra y de la Eucaristía, por lo que desde hoy estas comunidades, donde la presencia del sacerdote es itinerante, podrán recibir la eucaristia cuando los nuevos ministros y ministras convoquen a su pueblo a la celebración dominical, igualmente llevarán la sagrada comunión a enfermos e impedidos físicos.
El Obispo les recordó que este gran regalo y bendición que Dios les hace es, también, un compromiso para ellos en su servicio eclesial a la comunidad y también para la comunidad, para que recen por ellos para que sean fieles y ejemplo en el desempeño de este servicio.
«Jesús Eucaristía se quedará como nuevo vecino en el templo casa de Dios donde podrán acudir a rezar y adorar a Dios ante el Sagrario. Alimentarán su fe con el pan de vida eterna. Damos gracias a Dios que nuestras comunidades avancen en la madurez como pueblo de Dios», dijo Monseñor Cob.
Según explicó, los ministros y ministras indígenas se prepararon por tres años en la escuela de formación para indígenas KICHWAS del CEFIR. Igualmente recibieron el curso especifico para ministerios.
Tras conferir los ministerios, Monseñor Rafael Cob felicitó a los servidores indígenas «por su persevarancia en la formación, que Dios les bendiga».