Ciudad del Vaticano.- La Conferencia Episcopal de Paraguay (CEP) y la Confederación de Religiosos del Paraguay (CONFERPAR) hicieron un llamado a las autoridades gubernamentales, a las empresas y a toda la ciudadanía, a «velar por el uso racional y sostenible de los recursos naturales y evitar todo tipo de soborno, defendiendo y velando por el cumplimiento irrestricto de las leyes medioambientales y por la protección de los pueblos indígenas». Este exhorto lo hicieron al concluir la asamblea conjunta que este año fue dedicada al estudio y reflexión sobre los desafíos ecológicos de nuestro país, iluminados por la Encíclica «Laudato Si» y la Exhortación Apostólica «Querida Amazonía».
El peligro de la deforestación, el cambio climático, la inequidad social y la protección de las culturas ancestrales fueron los temas de la Asamblea de obispos y religiosos, inspirados en la encíclica «Laudato Si'» y la exhortación «Querida Amazonia»
Proteger y promover los derechos de comunidades ancestrales
Los desafíos del cuidado de la «Casa Común» centraron el tema de la reunión que, cada dos años, realizan los obispos y religiosos. «Compartimos y examinamos datos sobre el cambio climático y el calentamiento global, sobre la desenfrenada deforestación debida a la codicia de empresas trasnacionales de amplias áreas de nuestro país», se lee en el mensaje difundido al final del encuentro realizado, el 2 y 3 de marzo, en la Casa salesiana de Ypacaraí. «Vemos – subraya el documento – los desafíos de reducir la vulnerabilidad de nuestro ecosistema, de enfrentar la reducción de una creciente inequidad social, de proteger y promover los derechos de comunidades ancestrales y de armonizar la convivencia social uniendo voluntades e inteligencias en la misión de asegurar a las generaciones actuales y futuras un mundo más sano y una manera del buen vivir más responsable».
Conversión social, ecológica y eclesial
El mensaje plantea la necesidad de diversificar los cultivos para la preservación de la tierra y para impulsar una economía más sostenible, llama a impulsar la protección de la vida de todos, en un ambiente saludable y en una fraternidad auténtica. «Necesitamos una conversión de nuestra manera de pensar y vivir la relación con todo lo creado, en especial con la familia humana», afirman en el mensaje obispos y religiosos. Una conversión social, cultural, ecológica y eclesial que, a la luz del Evangelio, los compromete a «promover la ecología integral, la defensa de la vida, de la familia humana». Los miembros de CEP y la CONFERPAR concluyen exhortando a todos los sectores de la sociedad a abrir un diálogo y a comprometerse con el cuidado de «la casa común, la vida en común de todos, los de hoy y los de mañana».