Caracas, Venezuela.- La Conferencia Episcopal de Venezuela confía en que el informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, refleje la realidad del país y señale los mecanismos para solucionar sus problemas estructurales. Los obispos católicos se muestran expectantes sobre los resultados que genere en el país la visita que cumplió la representante de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Michelle Bachelet estuvo 3 días en Venezuela, en donde se reunió con representantes del gobierno y la oposición. Sostuvo encuentros con el presidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por la mayoría de países de América Latina, Estados Unidos y la Unión Europea. También sostuvo reuniones con las autoridades del Estado y los miembros la sociedad civil.
A través de un comunicado, el episcopado venezolano consideró que la Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, debería convertirse en portavoz de la población venezolana más vulnerada en su dignidad.
Los prelados destacaron que Bachelet otorgó atención a las diferentes Organizaciones sociales del país y el informe que presentó sobre la crisis que vive el pueblo venezolano.
Entre las prioridades apuntadas por el episcopado se destacan:
Para los obispos la población vive actualmente una especie de orfandad ante la inminente pérdida del Estado de Derecho. Situación que la Iglesia viene denunciando desde 2004 y se demuestra en un menosprecio de la dignidad y el incumplimiento de sus derechos fundamentales.
Un gran segmento de la población venezolana vive los efectos de situaciones como la crisis eléctrica, el aumento del suicidio, la deserción escolar por la pobreza y la falta de alimentación; esto último porque los altos precios de los productos hacen imposible su adquisición.
Otro aspecto que preocupa a la Iglesia, es la explotación de la comunidad indígena; sometida a la minería ilegal en un proceso de depredación del medio ambiente como efecto de la extracción de la riqueza mineral y humana. Problemática que deteriora los ecosistemas de la Amazonía, olvidando que se trata de una gran fuente de biodiversidad y una reserva de agua dulce para el mundo entero.
Iglesia aboga por restitución de derechos
En medio de estos dolores, la Iglesia reitera su deseo de defender la vida y escuchar el clamor del pueblo. Por eso, denuncia el aumento de problemáticas como la desnutrición infantil, la prostitución, trata de personas, el aumento de la diáspora masiva, la manipulación de la mentira como si fuera la verdad y la problemática de abastecimiento de gasolina para los vehículos en la zona de fronteras.
De ahí que los obispos acudan a Michelle Bachelet para que intervenga entre otros aspectos en la restitución de los derechos electorales, políticos y económicos de la población. Para que se permita a los venezolanos vivir en libertad, dignidad y progreso; que se busque la solución de fondo a la crisis de gobernabilidad a través de elecciones libres y transparentes con un nuevo Consejo Nacional Electoral y una nueva revisión de la data del Registro Electoral. Para la Iglesia la salida es la elección de un nuevo presidente y el reconocimiento de la Asamblea Nacional como ente elegido por el pueblo.
Ante toda esta situación la Iglesia reitera su preocupación por la anomia social, que se expresa en la impunidad estatal ante el delito y en la promoción de formas de defensas armadas o simbólicas que generan diferencias entre los mismos venezolanos, por lo que la Iglesia continuará trabajando por la promoción de sus exhortaciones y en la búsqueda de la reconciliación en medio de estos conflictos porque confía en la salida pacífica y la reconstrucción del tejido social.