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Iglesia católica ecuatoriana sigue apoyando a víctimas del terremoto

La Comisión Episcopal de Pastoral Social Cáritas de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (PSCE), la Provincia Jesuita del Ecuador, y la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos y Religiosas (CER) expresaron su compromiso y vocación de continuar trabajando de forma conjunta para  responder a las necesidades más urgentes de las familias damnificadas a consecuencia del terremoto que sacudió la costa norte del Ecuador, el 16 de abril pasado.  En una rueda de prensa conjunta que ofrecieron este martes, los representantes de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Cáritas Ecuador; la Compañia de Jesús en Ecuador y la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos, CER, ratificaron su compromiso de acompañar espiritual y psicológicamente a las víctimas, apoyar en la reconstrucción de vivienda digna y fortalecimiento del tejido social comunitario y en la generación de medios de vida para la sostenibilidad económica de familias y comunidades.

«Como Iglesia reiteramos nuestro compromiso y vocación por acompañar a nuestro pueblo en las situaciones de mayor dolor, con una presencia próxima y buscando una eficacia apostólica para responder a sus necesidades más urgentes. Ante esta realidad nos sentimos interpelados para dar un mensaje de genuina comunión generando los puentes necesarios para actuar como cuerpo eclesial, fortaleciendo nuestras capacidades, y dando mejores frutos de manera conjunta», dice la declaración que hicieron las tres entidades eclesiales.

Según explicaron, la «intervención se realizará en conjunto y escuchando las necesidades expresadas por las instancias eclesiales que están en el territorio (jurisdicciones eclesiásticas, Cáritas locales, párrocos, misioneros, y otras expresiones de Iglesia), con un plan de respuesta que en primera instancia beneficiará a alrededor de 700 familias desde una perspectiva integral mediante los 3 componentes arriba mencionados. La acción de atención integral contempla el acompañamiento pisco-espiritual que estará coordinado por la CER; la construcción de vivienda bajo el liderazgo de la Provincia Jesuita del Ecuador, por medio de Hogar de Cristo; y la generación de medios de vida a través de emprendimientos familiares y dotación de insumos para la actividad económica y comercial, proporcionados luego de la elaboración de un diagnóstico y un sencillo plan de negocio, que será animado por la Pastoral Social Cáritas Ecuador.

Además se cuenta con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador que brindará su contingente de apoyo en talento humano con profesores y estudiantes especializados en las áreas de trabajo priorizadas por este frente común eclesial. El Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes apoyará técnicamente en las situaciones de desplazamiento forzado por desastres naturales.

Para la ejecución de este plan integral y conjunto se creará una organización mínima que nos permita responder adecuadamente a todo el proceso de respuesta conjunta.

Es importante recalcar que además de este trabajo en colaboración, cada institución mantendrá su labor independiente y autónoma, en servicio a los territorios, como históricamente se ha venido desarrollando y de acuerdo a sus capacidades y recursos técnicos y humanos.

Con esta iniciativa esperamos dar un claro mensaje de comunión que sirva para que nuestra sociedad Ecuatoriana pueda mantener esta actitud solidaria tan profunda ante el dolor de los hermanos y hermanas afectados; y animamos a que nuestros hermanos-as más lastimados se sostengan y perseveren en la esperanza, que la Iglesia persevera con ustedes desde un acompañamiento fraterno.

Queremos recordar las palabras que el Santo Padre, Francisco, pronunció el día 8 de julio de 2015 en su discurso, en el santuario de El Quinche, a los sacerdotes, seminaristas, a las religiosas y religiosos. Antes de la bendición solemne, nos dijo: » Que el Señor siga bendiciendo a este pueblo ecuatoriano a quienes ustedes tienen que servir y son llamados a servir, los siga bendiciendo con esa peculiaridad especial que yo noté desde el principio al llegar acá, que Jesús los bendiga y la Virgen los cuide».