Monseñor Luis Mariano Montemayor, nuncio apostólico de Colombia, hizo un reconocimiento al sacerdote jesuita Francisco de Roux y a todo su equipo de la Comisión de la Verdad, ente creado tras la firma de los acuerdos de paz entre el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas de Liberación de Colombia (FARC), en agradecimiento por todo el trabajo realizado en estos tres años y que hoy se ve plasmado en el informe “Hay futuro, si hay verdad”.
“Como jesuita y como hombre de Iglesia me da mucha satisfacción poner a conocimiento de los colombianos, cosas que nos ha costado mucho mirar de frente y verdades a las que les tenemos miedo”, ha expresado a SIGNIS ALC.
El sacerdote colombiano señaló que “el conflicto en Colombia es una herida abierta en el alma de quienes lo han padecido y contar la verdad por muy dura que parezca, siempre será necesario”.
Una guerra contra la población inocente
El padre Pacho relata: “Empiezo a pensar en los casi 10 millones de víctimas de toda clase, por desplazamientos masivos de 8 millones, por más de 4000 masacres, por miles de mujeres abusadas en el conflicto, por los niños llevados a la guerra y cerca de 30 mil abusados”.
Lamentó que “en la guerra, niñas fueron obligadas a abortar varias veces; más de 7000 miembros de la fuerza pública afectados por las minas antipersona; de los cuales más de 1000 murieron y los otros quedaron sin piernas; por los niños que también quedaron afectados y rotos por las minas antipersona en el campo y entre ellos más de 1000 afectados y más de 235 muertos”.
Un balance que a juicio del sacerdote se inicia por “disputas ideológicas entre unos hombres y mujeres idealistas que hicieron una interpretación de que la única salida era coger un fusil, mientras que por el otro lado estaban las fuerzas del Ejército y de la Policía que legítimamente defendían al Estado”, pero “es absurdo que el 80% de las personas muertas durante el conflicto no estaban en la guerra”.
“Colombia tiene esperanza”
El informe fue presentado el pasado 28 de junio de este año, tras 3 años de investigación fundamentada en la recolección de 15.000 entrevistas individuales y colectivas a colombianos en el país como exiliados, se abordaron 730 casos y el registro de 1195 hechos de violencia. En total suman más de 23.000 horas de investigación y deliberación apoyadas de documentos históricos.
“Hoy se puede decir que Colombia tiene esperanza”, afirmó de Roux, por ello, “me parece muy bello poder ir con la Iglesia en esta llamada hacia la reconciliación de los colombianos, para zanjar diferencias y desde la fuerza que nos da la fe y el Evangelio construir una Colombia unida, donde todos caben”.
Además agregó que “la dignidad humana está fundamentada en el amor infinito de Dios. La seguridad no la dan las armas, la seguridad se da con la confianza colectiva de creer los unos en los otros para construir juntos el horizonte en esta patria de América donde nos puso el Señor”.
Redacción: Ángel Morillo, corresponsal SIGNIS ALC – Colombia