Comentario dialogado sobre el Evangelio que se proclama en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, correspondiente al domingo 1 de enero de 2023. La lectura es tomada del Evangelio según San Lucas 2, 16-21.
“Le pusieron por nombre ‘Jesús’”
¡Feliz Año Nuevo! ¿Qué deseas en el Año Nuevo?
Nos deseamos felicidades y algunos hacen propósitos nuevos.
El secreto del cambio no está en nosotros. Sólo el Señor hará el cambio, si se lo permitimos. Nosotros colaboramos con Él.
¡Feliz Año nuevo! Sí. Nuevo, si lo vivimos con el Señor.
Nuevo, si estamos abiertos a todos. Nuevo, en el que Él lo hace todo nuevo.
Recibimos el Año Nuevo dentro del espíritu de la Navidad, en que vemos a los pastores ir corriendo a ver al Mesías.
¿Cómo supieron los pastores que Jesús había nacido?
Es noche cerrada. De pronto, una «claridad», la «gloria del Señor», envuelve con su resplandor a unos pastores. Unos ángeles aparecen cantando:
“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (v. 14). Los pastores se asustan por la cercanía de lo divino. Pero un Ángel los tranquiliza:
-“No teman” (v. 10). Éstas son las mismas palabras usadas por los ángeles a Zacarías (1:13) y a María (1:30), cuando les anunciaron el nacimiento milagroso de Juan y de Jesús.
“He aquí que les doy noticias, que serán de gran gozo para todo el pueblo: que les ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es el CRISTO”
‘Cristo’ (en griego) es lo mismo que ‘Mesías’ (en hebreo), y significa el ‘ungido.’ Ser ungido significa ser reconocido y consagrado con alguna capacidad especial, generalmente como rey y agente de Dios”. El ángel les da una contraseña:
-“Les doy una señal: hallarán al niño envuelto en pañales, echado en un pesebre.”
Ciertamente, no habrían encontrado ningún otro bebé cerca esa noche echado en un pesebre.
Los pastores salieron corriendo, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho los ángeles de aquel niño. Y todos los que los oían, se llenaban de admiración. Los pastores se volvieron a sus rebaños dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído.
¿Y qué hacía María mientras tanto?
«María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón».
Ciertamente, María tendría muchas preguntas que hacerse: <Si Dios la escogió a ella para ser la madre del Señor, ¿por qué un pesebre? ¿Por qué pastores? Si había un coro angelical, ¿por qué se apareció éste a los pastores? ¿Por qué no a ella? ¿Qué pasará ahora? ¿Qué es lo que Dios espera de ella?>
María se interrogaba todo esto no en su cabeza sino en su corazón, que es el lugar secreto donde Dios se cita con nosotros.
Y María y José le pusieron al Niño por nombre ‘Jesús’. Así le encomendó el ángel a María en la Anunciación antes de su concepción.
Y también a José: “María dará a luz un hijo, a quien llamarás Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21).
Los hebreos no ponían los nombres a las personas de una forma arbitraria. El «nombre», como en casi todas las culturas antiguas, indica el ser de la persona, su verdadera identidad, lo que se espera de ella.
«Jesús» significa «Dios salva». Se llamará así porque «salvará a su pueblo de los pecados».
La humanidad necesita ser salvada del mal, de las injusticias y de la violencia,
Las primeras generaciones cristianas llevaban el nombre de Jesús grabado en su corazón. Lo repiten una y otra vez. Se bautizan en su nombre, se reúnen a orar en su nombre. «Ante el nombre de Jesús se ha de doblar toda rodilla». (S. Pablo).
Nosotros repetimos su nombre con cariño y amor. Con él en nuestros labios y en nuestro corazón podemos vivir y morir con esperanza.
A Jesús también se le da otro nombre «Emmanuel», que significa «Dios-con-nosotros», porque en él y desde él, Dios nos acompaña, nos bendice y nos salva.
Este nombre viene de la profecía de Isaías (7,14), citada por Mateo.
¿Qué aprendemos de la historia de los pastores?
1.Dios eligió a aquellos pobres pastores, para que fueran los primeros en recibir la noticia de la Encarnación.
El pastor lleva un trabajo solitario y sucio, y no atrae a las personas con mejores opciones. Además los pastores encuentran difícil observar sus obligaciones religiosas; por eso no eran bien vistos en la cultura judía.
El mismo David fue pastor antes de ser rey. Dios envió al profeta Samuel a elegir rey de Israel a un hijo de Jesé. Éste llama a todos sus hijos, menos a David, que estaba en el campo pastoreando, y no pensaba que David pudiera ser el elegido (1 Samuel 16:1-13). Samuel nota su ausencia, y pide a Jesé que llamen también a David. Y precisamente Dios inspira a Samuel que lo elija para Rey de Judá. Dios elige especialmente a los pobres.
2.Los ángeles desearon la paz a todos con este anuncio:
“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.”
La paz no es un meteorito que cae sin más del cielo. LA PAZ, que trae Jesús, es un fruto que sólo crece en el corazón de los que lo acogen.
Hoy es la “Jornada Mundial de la Paz”. La humanidad se siente amenazada por la maldad albergada en tantos corazones aún no sanados ni abiertos al Príncipe de la Paz.
El mundo ha multiplicado las armas, que nos pueden aniquilar en cualquier momento.
Es el mayor negocio inventado por los hombres. Pero Jesús nos ofrece la paz.
Los saludos de Cristo resucitado comienzan con “La paz esté con Vds.” Otros textos:
-«El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz» (Números 6, 22-27)
-«Si desean ser hermanos, suelten las armas de sus manos. No se puede amar empuñando las armas». (Pablo VI).
Hoy oramos por la paz al Príncipe de la Paz recién llegado a nuestra tierra ensangrentada. Y la pedimos con María, Madre de la Paz y Corazón lleno de Dios, para recibir como ella las bendiciones de Dios al comenzar este nuevo año.
********
José Martínez de Toda, S.J. (martodaj@gmail.com)