San Salvador.- Como «injusto e inaceptable» calificó el episcopado salvadoreño al ataque que ha recibido a través de redes sociales el Cardenal Gregorio Rosa Chávez. En un comunicado oficial que se hizo público el domingo 21 de junio último, los obispos reconocen la «trayectoria y los importantes servicios que ha prestado a la Iglesia y a la patria», por lo que consideran que el ataque al Cardenal no es «sólo a él, sino a la Iglesia», ante lo cual expresaron el «pleno apoyo y solidaridad».
En el pronunciamiento señalan que la «situación política del país sigue marcada por la polarización y esto no favorece la paz social que tanto necesitamos. Pedimos a Dios que serene los espíritus y que nos conduzca por caminos de respeto, tolerancia y búsqueda sincera del bien común».
Por su lado, el cardenal Rosa Chávez explicó que esto surgió a partir de una reunión a la que, según dijo, fue invitado para ser «mediador de los problemas de país».
«Recibí una carta pidiéndome eso. Yo dije ‘se supone que ambas partes lo acepten’, y fueron a la Casa Presidencial con copia de la carta, también a la Asamblea, y en ambas partes firmaron y sellaron de recibida la carta», explicó el religioso.
El Cardenal relató que fue contactado vía telefónica para participar en una reunión donde estarían presentes representantes del Ejecutivo, la Asamblea Legislativa y la Asociación Nacional de la Empresa Privada, ANEP.
«Yo pensé, esta es una reunión exploratoria para ver qué se hace, no pude negarme a asistir. Llegué a las dos de la tarde y dijeron ‘el gobierno envió a sus delegados, ya están aquí’. Yo seguí esperando hasta casi a las 8 de la noche. Y nos invitaron a la sala de uno de ellos para darnos un informe de lo que están haciendo como diputados. Y eso fue todo», relató el Obispo durante la misa dominical.
Aclaró que no hubo ninguna reunión ni con la Asamblea ni con la ANEP, sino «un deseo de servir, si era que ambas partes lo pedían». Asegura que, si es necesario, dará una explicación con documentos como respaldo.
«Dios conoce mi corazón y el pueblo también me conoce», concluyó el Cardenal.
En el comunicado del episcopado salvadoreño se expresa también la preocupación por la salud del pueblo y por los impactos de la pandemia, así como las medidas de prevención que deben tomarse en la reapertura de los templos, en la tercera fase, que según el plan establecido por el Gobierno deberá comenzar el 22 de julio.
Fuente: Conferencia Episcopal de El Salvador y ARPAS