Bogotá (EVARED).- Como «histórico» calificó la Iglesia Católica en Colombia a la decisión de las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP, de firmar el acuerdo de cese el fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo. A través de un comunicado de prensa, el secretario general del episcopado, monseñor José Daniel Falla Robles, afirmó que se espera que este acuerdo «sea el primer paso para construir la paz» y que brinde las garantías en el respeto a los derechos humanos.
Así también, recordó al Gobierno que es necesario ofrecer a la opinión pública una información suficiente, clara y veraz sobre los acuerdos.
Pidió que existan protocolos claros y públicos que informen sobre el procedimiento para la destrucción de las armas y que sea pública.
Finalmente recordó que la Iglesia continuará trabajando por la paz en el país y así como acompañó a las víctimas, durante el tiempo de guerra, también acompaña este momento histórico.
«La Iglesia Católica que ha estado al lado de las víctimas durante todo el tiempo de la guerra, también acompaña este momento histórico de Colombia con el propósito de seguir ofreciendo su servicio, para que los gobernantes construyan una Nación que respete la democracia, la libertad y los derechos humanos y favorezcan los procesos de perdón, reconciliación y paz» agrega el pronunciamiento del episcopado.
Tras cuatro años de negociaciones, el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmaron ayer, 23 de junio, un acuerdo de paz que pone fin a más de 50 años de conflicto. Estaban presentes en la ceremonia de la Habana, donde se realizan las conversaciones de paz, el Presidente colombiano Santos, el Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, los Presidentes Michelle Bachelet de Chile, Raul Castro de Cuba, Nicolas Maduro de Venezuela, y el Ministro de Exteriores noruego Borge Brende.
Entre los más importantes de estos acuerdos está la hoja de ruta para el alto el fuego definitivo bilateral y el abandono de las armas por parte del grupo guerrillero, lo cual será verificado por las Naciones Unidas (ONU), a través de su Consejo de Seguridad.
Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia / FIDES