Quito, Ecuador. «Los enfrentamientos y polarizaciones promueven posiciones inflexibles que no ofrecen soluciones dignas para el ecuatoriano y ecuatoriana de a pie, que es quien padece los desencuentros de los líderes sociales y políticos». Así expresa la Conferencia Ecuatoriana de Religiosos y Religiosas, CER, en un pronunciamiento ante la paralización nacional indefinida que llevan adelante el movimiento indígena y varias organizaciones sociales, desde las primeras horas del lunes 13 de junio.
La medida de hecho exige al gobierno la disminución y congelamiento del precio de los combustibles, moratoria, renegociación y disminución de las tasas de interés de deudas con la banca, precios justos a los productores agropecuarios, empleo, moratoria a la expansión de la frontera extractiva petrolera y minera; educación intercultural bilingüe, no privatización de sectores estratégicos, entre otras demandas.
Para la vida consagrada del Ecuador, es preocupante «el deterioro de los valores democráticos, el tejido social y la creciente inestabilidad política que sufre nuestra Patria», por lo que adhirieron al llamado al diálogo ofrecido por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y expresaron su solidaridad «con quienes caminamos en nuestros quehaceres pastorales y que hoy claman por un trabajo adecuado, la alimentación, educación y salud necesarias para sus familias. Manifestamos nuestro respaldo cercano y afectuoso hacia las hermanas y hermanos que en estos momentos pasan serias dificultades e inseguridad», dice una parte del comunicado.
«Como Vida Consagrada, pedimos para todo el pueblo ecuatoriano, de manera especial a nuestros líderes, valentía, serenidad interior, capacidad de escucha y disposición para establecer acuerdos que se sostengan en el tiempo con la seriedad que merece nuestra gente, en particular los empobrecidos de nuestra sociedad. Apelamos a la profundidad espiritual y valores humanos que nos caracterizan como Nación. Renovamos nuestro compromiso de prodigar esperanza y solidaridad desde la fe que profesamos. Con Jesús, promovemos una paz que exige justicia. A María nuestra Madre, confiamos las decisiones que se darán en los siguientes días en la búsqueda del bien común que todos y todas
necesitamos», agrega la CER.
En el comunicado reproducen una cita del papa Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti: «Algunos tratan de huir de la realidad refugiándose en mundos privados, y otros la enfrentan con violencia destructiva, pero «entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo en el pueblo, porque todos somos pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad. Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva». Fratelli tutti, No. 199
El texto íntegro del comunicado se puede revisar aquí.