La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y el Movimiento con la Niñez y la Juventud (MNJ), se integraron formalmente como socios al Programa Centralidad de la Niñez. Las organizaciones que se suman comparten una identidad de fe y un compromiso por los niños, niñas y adolescentes del continente.
Con estas nuevas incorporaciones, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), World Vision América Latina , Federación Internacional Fe y Alegría y el Secretariado Latinoamericano y Caribeño Cáritas (SELACC) amplían su estructura de relacionamiento, en el periodo 2020-2023, de cara a la conformación de redes de trabajo, formación, acciones significativas y de incidencia pública con los distintos sectores de la sociedad.
Con la incorporación de la Vida Consagrada, el mundo educativo y el ecumenismo, con el sector evangélico, a través del MNJ, se fortalece el trabajo que a lo largo de 10 años viene realizando el Programa Centralidad de la Niñez (PCN).
En una ceremonia virtual, celebrada el 29 de julio, los directivos de las nuevas organizaciones socias, junto a los antiguos socios, suscribieron el convenio de cooperación cuyo objetivo se enmarca en acciones mancomunadas en pos de la prevención, protección y bienestar de la niñez y adolescencia. Igualmente durante este evento se eligieron por consenso de las siete organizaciones a tres socios que asumirán el llamado Comité Ejecutivo, que se encargará de organizar, implementar y evaluar los proyectos surgidos dentro del PCN. Esta responsabilidad recayó sobre el CELAM, Federación Internacional Fe y Alegría y World Vision América Latina.
La Vida Consagrada celebra este convenio
De los nuevos socios, la CLAR es una de las instancias, en representación de toda la vida consagrada del continente. La Presidenta, hermana Gloria Liliana Franco, celebró este acuerdo, porque «cada vez estamos más convencidos de la importancia de hacer red con todos aquellos que compartimos las mismas pasiones, los mismos desvelos y lasmismas opciones». «Poder hoy ser parte de esta familia ampliada que tiene una trayectoria, un camino que se ha validado por el testimonio, para nosotros es motivo de alegría», apostilló la religiosa, quien también afirmó que en esta mancomunidad «ponemos nuestros cinco panes y dos peces, nuestra pequeñez, nuestra pobreza, pero también desde la convicción que los religiosos del continente tenemos una gran responsabilidad por los escenarios en los que estamosviviendo».
Los obispos ratifican su compromiso
Monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, Secretario General del CELAM, en nombre de los obispos de América Latina, dio la bienvenida a los nuevos socios y destacó que «este es un caminar juntos por la niñez hace parte del proceso de reestructuración y renovación pastoral de esta instancia eclesial».»Sobre todo en este ejercicio de ‘en-redarnos’, de trabajo respetuoso, generando y reconociendo estos espacios vitales en los que nos encontramos identificados con otros, por ello estamos comprometidos para estos temas tan importantes como lo es el trabajo por nuestros niños y nuestras niñas», enfatizó.
World Vision América Latina apuesta a la unidad
De igual manera, World Vision América Latina agradeció la incorporación de los nuevos socios. El director de Fe y Desarrollo, de esta organización, Pastor Harold Segura, uno de los fundadores del PCN, señaló que «la firma de este acuerdo significa muchísimo para nuestra organización sobre todo por las posibilidades que tenemos de ampliar nuestro servicio por la niñez». Segura agregó que «añadir manos y corazones resulta necesario en estos momentos de pandemia en América Latina y el Caribe, en especial dar un testimonio de unidad cristiana, de ecumenismo» ante «las necesidades nuevas que se están presentando en esta situación de crisis global».
El movimiento evangélico se suma
Uno de los nuevos socios que marca una nueva pauta en el relacionamiento del PCN es el Movimiento con la Niñez y la Juventud, una iniciativa con 20 años de trabajo compuesta por una amplia red de iglesias evangélicas entre las que se encuentran Tearfund, Compassion Internacional, Paz y Esperanza, Juventud para Cristo, Programa Claves, la Unión Bautista Latinoamericana y la Iglesia de Dios de Sudamérica. Loida Carriel, actual Presidenta del MNJ, ha expresado su alegría de «formar parte de este esfuerzo», por lo cual «apreciamos la firma del convenio el poder trabajar en conjunto», porque «estamos convencidos de la importancia del desarrollo integral de la niñez y el respeto de sus derechos»y «precisamente encontramos en Jesús a ese animador».
En comunión con las pastorales sociales del continente
Por las pastorales sociales Cáritas de las Conferencias Episcopales del continente, el sacerdote Francisco Hernández Rojas, Secretario Ejecutivo del SELACC, en nombre de su presidente Monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo, aseveró que «es una alegría, como un beso de Dios, el poder fortalecer esta mancomunidad». «En la medida que cada uno creamos en esta comunión que parte del espíritu de este Dios uno y trino, entonces creemos que va a ser posible construir su reino», por ende «con esta simbólica firma estamos haciendo historia», porque «queremos ser uno para que el mundo crea que nos ha enviado y que somos sus servidores», acotó.
Escuelas asumen el Pacto Educativo Global
El ingreso de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) robustece los esfuerzos que desde la Federación Internacional Fe y Alegría se vienen desarrollando en el seno del PCN, por ello su Secretario General, Oscar Pérez Sayago, ha destacado que para «educar a un niño se necesita de alianzas y esta alianza que estamos construyendo hoy representa eso». «El Papa Francisconos invita a trabajar y a reflexionar sobre los desafíos que tenemos juntos», por tanto «este compromiso es más urgente que nunca a la luz del Pacto Educativo Global». Precisamente –explicó Pérez Sayago– los inicios de la Confederación se centran en la Evangelización de los pueblos a través de la educación, por lo que el trabajo en red es clave para «mirar juntos los desafíos» desde «la unidad en la diversidad».