Ciudad del Vaticano.- «¡Qué difícil es perdonar, a veces! Y sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para obtener la serenidad del corazón, la paz. Dejar de lado el resentimiento, la ira, la violencia y la venganza es la condición necesaria para vivir como hermanos y superar la violencia», expresó el Santo Padre en el mensaje enviado con motivo de la apertura de la Campaña de la Fraternidad 2018 del Brasil, y que fue difundido el Miércoles de Ceniza.
El mensaje firmado el 27 de enero está dirigido al cardenal Sergio da Rocha, arzobispo de Brasilia y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), con motivo de la apertura de la Campaña de la Fraternidad 2018, que este año tiene como tema «La fraternidad y la superación de la violencia» y como lema «Sean todos hermanos», un versículo tomado del Evangelio (Mateo, 23.8):
«En este tiempo de Cuaresma, -comenzó el Papa su mensaje- me uno con alegría a la Iglesia en el Brasil para celebrar la campaña «Fraternidad y superación de la violencia», cuyo objetivo es la construcción de la fraternidad promoviendo una cultura de paz, de reconciliación y de justicia a la luz de la Palabra de Dios, como camino para superar la violencia.
«¡Qué difícil resulta a veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento colocado en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón, la paz», escribió el Papa en su mensaje e invitó a «dejar de lado el resentimiento, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir como hermanos y hermanas y superar la violencia».
Dejemos que el amor de Dios «se haga visible entre nosotros, en nuestras familias, en las comunidades y en la sociedad», pidió Francisco. Y esto es posible –señaló- «haciéndonos mensajeros y constructores de paz». Paz que es fruto del desarrollo integral de todos y que se teje cada día con paciencia y misericordia, en el seno de la familia, en las comunidades, en las relaciones de trabajo y en la relación con la naturaleza, aseguró.
«Son pequeños gestos de respeto, de escucha, de diálogo, de silencio, de afecto, acogida, de integración los que crean espacios en los cuales se respira la fraternidad» explicó el Papa, como dice el lema de la Campaña. Y recordando que en Cristo «somos una sola familia», instó a las comunidades de la Iglesia en el Brasil «a anunciar la conversión y el día de la salvación para una convivencia sin violencia».
Finalmente, la oración del pontífice para que este año la Campaña de Fraternidad «aliente a todos a emprender caminos para la superación de la violencia, conviviendo siempre como hermanos y hermanas en Cristo».
Fuente: AICA