Frei Betto*.- Mañana, en La Habana, el papa Francisco se encontrará con Kiril, patriarca de Moscú y de Todas las Rusias, considerado el papa de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Es la primera vez, en 962 años, que los jefes de ambas Iglesias cristianas dialogan desde el 1054, cuando se consumó el gran cisma de la cristiandad, acontecido por el hecho de que las comunidades cristianas de Oriente no aceptaron la supremacía absoluta del obispo de Roma sobre las demás Iglesias.
¿Y por qué Cuba como lugar del encuentro? Kiril exigió un «territorio neutro». Descartó su propia nación y los países de tradición cristiana, católica o protestante. En Cuba apenas el 5 % de la población de casi 12 millones de habitantes se considera católica. Parecido a Bahía, donde lo que predomina es el sincretismo que mezcla la tradición cristiana con religiones de origen africano.
Influye también el hecho de que Kiril, en el 2008, cuando ocupaba el segundo cargo más importante en la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue recibido en Cuba por Fidel y Raúl Castro para la inauguración de la catedral ortodoxa, financiada por el gobierno cubano y erigida en un área noble de La Habana Vieja, barrio histórico de la capital cubana. En el 2004 el patriarca Bartolomé I también fue recibido en Cuba.
Debido a los largos años de estrecha relación entre Cuba y la Unión Soviética hay en la isla una significativa comunidad ortodoxa de amplio espíritu ecuménico. Con ocasión de la conmemoración de los 30 años del lanzamiento del libro «Fidel y la religión», el año pasado, se hizo presente el líder de dicha comunidad ortodoxa en Cuba.
Estuve tres veces en la Unión Soviética, invitado por la Iglesia Ortodoxa Rusa. Dialogué con obispos, teólogos y sacerdotes. Percibí cuán difícil iba a resultar la aproximación entre Roma y Moscú. Los ortodoxos rusos fueron duramente perseguidos por los revolucionarios de 1917, que impusieron oficialmente en el país el «ateísmo científico». A pesar de lo cual persistió, y el sentimiento nacionalista habló más alto durante la segunda Guerra Mundial. Los ortodoxos apoyaron a Stalin. Finalizado el conflicto el Kremlin colaboró para que la Iglesia Ortodoxa fuera la única institución religiosa admitida en todas las repúblicas soviéticas, a fin de contener la expansión musulmana y de las demás Iglesias cristianas.
Caído el comunismo y favorecida la libertad religiosa, los ortodoxos se vieron obligados a dividir su espacio con cristianos (católicos y protestantes) y otras denominaciones religiosas. Templos y monasterios expropiados por la Revolución fueron devueltos. En resumen, que la desaparición de la Unión Soviética no fue bien vista por los ortodoxos rusos…
Aparte de cuestiones doctrinales, Roma y Moscú difieren en cuanto a la política rusa en Ucrania, mientras que Kiril y Putin andan en sintonía.
Otro motivo para escoger a Cuba como sede del encuentro histórico entre Francisco y Kiril es la coincidencia de las agendas de ambos líderes religiosos en visita a América Latina. Francisco continúa desde Cuba a México, donde estará seis días de visita. Y Kiril irá a Chile, Brasil y Paraguay.
Frei Betto es escritor, autor de «Paraíso perdido. Viajes al mundo socialista», entre otros libros.
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