Por: Cristian Miranda Quiroz S.J. (*).- Una de las características que se han ido observando durante el pontificado del Papa Francisco es su valentía por acercarse e intentar dar una luz que oriente a la humanidad en los problemas más urgentes que tenemos. Por ejemplo, las mediaciones para buscar la paz en el mundo, su crítica al modelo económico que deja de tener al centro al ser humano, su preocupación por el cuidado de la Casa Común entre otras valiosas intervenciones.
Nuestro país no es una excepción de ese talante profético del Papa. En su visita al Perú dedicará un tiempo especial a los pueblos indígenas, encontrándose con varias personas que pertenecen a diversas etnias amazónicas tanto del Perú como de Bolivia y Brasil.
Este será un encuentro que permitirá a todos los peruanos aproximarnos a la realidad que viven diariamente nuestros hermanos indígenas. Todos los peruanos seremos llevados de la mano de Francisco, el que es nuestro visitante a la vez será nuestro guía a través de la realidad amazónica, la cual aún sigue siendo muy lejana a nuestra mirada citadina y sobretodo capitalina.
Una vez más, seremos testigos de las luchas y esperanzas de diversas comunidades indígenas amazónicas, quienes afrontan de primera mano los conflictos por la tala indiscriminada de los bosques, debido a empresas madereras y mineros ilegales e informales, la contaminación de los ríos y el menoscabo de algunas comunidades nativas debido a los mineros informales. Así mismo, escucharemos sus relatos sobre el tipo de educación que reciben actualmente y sus anhelos por recibir una educación de calidad pero que tome en cuenta los saberes ancestrales de sus culturas.
Tendremos la oportunidad de conocer un poco más de nuestro propio país, esta vez recorriéndolo a través de un itinerario de una persona que viene desde Roma pero que proviene de América Latina. Él viene buscando escuchar la voz que grita muchas veces de manera solitaria, sanar las heridas de aquellos que se sienten heridos y humillados y fortalecer el ánimo de aquellos muchos que no pierden la esperanza de convertir su tierra en un lugar de paz, armonía y prosperidad.
Esta visita apostólica del Papa Francisco permitirá que los pueblos indígenas de esta parte del mundo tengan la oportunidad de ser escuchados, de expresar cuáles son los planes que ellos tienen para su pueblo y de qué manera quieren integrarse a la dinámica social del país.
Podrán hablar, teniendo el respaldo de quien busca escuchar la voz de aquellos a quienes no se les suele escuchar, quienes tienen muchos talentos y que necesitan la oportunidad para desarrollar sus capacidades y así realizarse como personas y conducir a su pueblo por caminos de mayor plenitud.
Seguramente vendrá bien que nos haga recordar lo que escribió en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium respecto al verdadero desarrollo. Este tiene que tener como principio de discernimiento el que sea para «Todos los hombres y para todo el hombre».
Este principio busca que se aborde todas las dimensiones de la vida personal y social. Ninguna se puede quedar fuera, si es así no es verdadero desarrollo. Y las comunidades indígenas saben muy bien de que se trata el desarrollo que los excluye.
En la selva nos venimos preparando para la visita del Papa Francisco, será un momento de especial encuentro, esperamos que el país mire con ojos nuevos esta parte de nuestro Perú. Hagamos el proceso de ingresar a una realidad que puede dejar de ser ajena, la invitación es reconocer nuestra unidad constituida de una gran diversidad. Que la esperanza y el deseo de buscar el Bien común nos acompañen este verano en compañía del Papa.
(*) Misionero Jesuita del Vicariato San Francisco Javier.
Iniciativa Vaticano II
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