Mundo.- “Cambia el mundo” es el lema de la Jornada Mundial de la Misiones 2018, que se celebra este domingo 21 de octubre, con el objetivo de promover el compromiso de los cristianos para que el anuncio del Evangelio llegue a todos los ámbitos del mundo. En la jornada se promueve y recomienda a los cristianos a rezar y apoyar a los misioneros, tanto espiritualmente, como a través de una colecta destinada a colaborar económicamente con el trabajo de evangelización y promoción social y humana que se realiza en los territorios de misión (diócesis, vicariatos, prefecturas apostólicas…).
Las Obras Misionales Pontificias es la institución de la Santa Sede encargada de buscar medios para impulsar la actividad misionera de la Iglesia. Está compuesta por cuatro obras. La Obra de Propagación de la Fe es la encargada de sostener los territorios de misión, y es la responsable del Domund.
Hay muchas formas de cooperar con las misiones a lo largo del año, pero el Papa Francisco pide que las colectas del día del Domund en todo el mundo sean para sostener todos los territorios de misión, en un signo de catolicidad, es decir, de universalidad.
Los fondos recaudados en la colecta del Domund se destinan a apoyar equitativamente a todas las misiones del mundo, sin importar la congregación o nacionalidad de sus misioneros; y, a la vez, ayuda con un cuidado especial a las que tienen más necesidades.
A nivel mundial, la Iglesia sostiene 26.898 instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias de ancianos y discapacitados) en los Territorios de Misión.
Junto a los jóvenes, llevemos el Evangelio a todos
En Ecuador, las Obras Misionales Pontificias promueven la Jornada Mundial de las Misiones, DOMUND 2018, en torno al tema del mensaje del papa Francisco para la JMM “Junto a los jóvenes, llevemos el Evangelio a todos”
En su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2018, el papa Francisco dice: “Muchos jóvenes encuentran en el voluntariado misionero una forma para servir a los “más pequeños” (cf. Mt 25,40), promoviendo la dignidad humana y testimoniando la alegría de amar y de ser cristianos. Estas experiencias eclesiales hacen que la formación de cada uno no sea solo una preparación para el propio éxito profesional, sino el desarrollo y el cuidado de un don del Señor para servir mejor a los demás. Estas formas loables de servicio misionero temporal son un comienzo fecundo y, en el discernimiento vocacional, pueden ayudaros a decidir el don total de vosotros mismos como misioneros.
Las Obras Misionales Pontificias nacieron de corazones jóvenes, con la finalidad de animar el anuncio del Evangelio a todas las gentes, contribuyendo al crecimiento cultural y humano de tanta gente sedienta de Verdad. La oración y la ayuda material, que generosamente son dadas y distribuidas por las OMP, sirven a la Santa Sede para procurar que quienes las reciben para su propia necesidad puedan, a su vez, ser capaces de dar testimonio en su entorno. Nadie es tan pobre que no pueda dar lo que tiene, y antes incluso lo que es. Me gusta repetir la exhortación que dirigí a los jóvenes chilenos: «Nunca pienses que no tienes nada que aportar o que no le haces falta a nadie: Le haces falta a mucha gente y esto piénsalo. Cada uno de vosotros piénselo en su corazón: Yo le hago falta a mucha gente»” (Encuentro con los jóvenes, Santuario de Maipú, 17 de enero de 2018).
Mensaje del papa Francisco para la JMM 2018