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El CELAM presentó la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe

Ciudad de México.- En el marco de la celebración del Domingo de la Palabra y de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, fecha en la que se hace público el mensaje del papa  para la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Consejo Episcopal Latinoamericano, el domingo 24 de enero, el CELAM realizó la presentación de la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, desde la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.

«Todos somos discípulos misioneros en salida» es el lema de la Asamblea Eclesial, que se llevará a cabo entre el 21 y el 28 de noviembre de 2021.  La Asamblea,  que se convoca, en comunión con el Papa Francisco, quiere emprender un itinerario participativo para discernir los nuevos caminos que debemos transitar para responder a los desafíos pastorales de la Iglesia en América Latina y el Caribe, en el contexto actual, al tiempo que se realizará memoria de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Aparecida (Brasil), en 2007.

Según explicó el CELAM, la realización de esta primera Asamblea Eclesial se caracterizará por su espíritu sinodal, así como su proceso de escucha al Pueblo de Dios, su itinerario espiritual y su posterior implementación, que marcarán un hito en el caminar de los discípulos misioneros de América Latina y El Caribe. Laicos y laicas, religiosas y religiosos, diáconos, seminaristas, sacerdotes, obispos, cardenales y personas de buena voluntad, harán parte de este gran acontecimiento eclesial, bajo la protección de Santa María de Guadalupe, Patrona de América Latina y el Caribe, cuando se acerca la celebración de los 500 años del Acontecimiento Guadalupano y los 2000 años de nuestra Redención (2031+2033).

La Asamblea será una experiencia de escucha, diálogo y encuentro, a la luz de la Palabra de Dios, del Documento de Aparecida y del Magisterio del Papa Francisco, para contemplar la realidad de nuestros pueblos, profundizar en los desafíos del continente en el contexto de la pandemia por el Covid-19, reavivar nuestro compromiso pastoral y buscar nuevos caminos para que todos tengamos vida en abundancia.

Asamblea Eclesial en perspectiva teológica, sinodal y en salida

En el mensaje de presentación de la Asamblea, el presidente del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte apuntó que será «un gran acontecimiento eclesial para agradecer, contemplar, profundizar y reavivar los frutos y retos que nos dejó la V Conferencia General de Aparecida».

Según dijo, la «identidad sinodal de esta Asamblea Eclesial abarca plenamente toda la diversidad de quienes integramos a esta Iglesia que peregrina en esta región y continente, y se conecta con el itinerario que el Magisterio del Papa Francisco, en continuidad con sus antecesores, nos ofrece desde: Evangelii Gaudium con la conversión pastoral; Laudato Si con la conversión ecológica; Episcopalis Communio con la conversión sinodal; Querida Amazonía con la conversión cultural; y Fratelli Tuti con la conversión social».

Agregó que también el Santo Padre «ha ido orientando a encontrar los nuevos rostros del Cristo sufriente, en Misericordie Vultus, y nos ha mostrado los nuevos caminos hacia la santidad social en Gaudete et Exsultate.

Este acontecimiento de la Asamblea Eclesial es un hito que pretende acompañar el profundo y urgente proceso de renovación y reestructuración del CELAM, inspirado en los cuatro sueños del Papa en Querida Amazonía y que asumimos para toda nuestra región», expresa Monseñor Cabrejos.

El titular del CELAM recordó lo expresado por el papa Francisco en Querida Amazonía:

Sueño con un Continente que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida (sueño social).

Sueño con un Continente que preserve esa riqueza cultural que lo destaca, donde brille de modos tan diversos la belleza humana (sueño cultural).

Sueño con un Continente que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que lo engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas (sueño ecológico).

Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse en América Latina y el Caribe hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos latinoamericanos (sueño eclesial) (cf. QA 7).

Aspiramos a tener una amplia y plena participación de todo el Pueblo de Dios peregrino en América Latina y el Caribe, de modo que esta Asamblea sea una verdadera celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida», destacó.

Asamblea junto al Pueblo de Dios

Por su lado, el papa Francisco, en su mensaje de apoyo y acompañamiento a la presentación y al proceso de preparación de la Asamblea Eclesial, que hizo el CELAM, expresó que es la primera vez que se realiza un evento como este. «No es una Conferencia del Episcopado Latinoamericano como se hicieron las anteriores, la última, Aparecida. Hoy todavía tenemos que aprender mucho. No, es otra cosa. Es una reunión del Pueblo de Dios: laicas, laicos, consagradas, consagrados, sacerdotes, obispos, todo el pueblo de Dios que va caminando. Se reza, se habla, se piensa, se discute, se busca la voluntad de Dios».

En un mensaje dirigido al presidente del CELAM compartió dos criterios para «que los acompañe en este tiempo, tiempo que nos abre a nuevos horizontes de esperanza».

Primero, junto al Pueblo de Dios. Esta Asamblea Eclesial no sea una elite, separada del santo Pueblo fiel de Dios. Junto al pueblo. No se olviden que todos somos parte del Pueblo de Dios. Todos somos parte, y ese Pueblo de Dios, que es infalible incredendo, como nos dice el Concilio, es el que nos da la pertenencia. Fuera del pueblo de Dios surgen las elites ilustradas de una ideología, de otra, y eso no es la Iglesia. La Iglesia se da al partir el pan. La Iglesia se da con todos, sin exclusión. Y una Asamblea Eclesial es signo de esto, una Iglesia sin exclusión.

Y la otra cosa que hay que tener en cuenta es la oración. En medio de nosotros está el Señor. Que el Señor se haga sentir, desde ahí nuestro pedido para que esté con nosotros.

Los acompaño con mi oración y con mis buenos deseos. Y adelante, con coraje. Que Dios los bendiga a todos. Y por favor, no se olviden de rezar por mí».

Fuente: CELAM