Bogotá, Colombia.- El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), expresó su solidaridad con el pueblo de Nicaragua y llamó a la Iglesia presente en el continente a rezar por este país el domingo 22 de julio «en todas nuestras celebraciones».
En su mensaje, los obispos de América Latina y el Caribe expresaron su «cercanía y solidaridad con el pueblo nicaragüense y con sus pastores profetas de justicia, ante la dramática y dolorosa crisis social y política que allí se vive actualmente».
El Celam recordó a los obispos de Nicaragua que «ante esta grave situación, estamos llamados a ser la voz de quien no tiene voz para hacer valer sus derechos, encontrar caminos de diálogo e instaurar la justicia y la paz, ‘para que en Cristo todos tengan vida’, de modo especial quienes se sienten desconsolados por la muerte y la violencia».
«Les alentamos a seguir siendo defensores de los derechos humanos y portadores de esperanza», expresó el Celam en su mensaje de respaldo a los obispos de Nicaragua.
Asimismo, «les invitamos también a no cerrar los oídos ante el clamor y sufrimiento de nuestros pueblos y a continuar siendo los líderes valerosos por medio de los cuales Dios se hace presente y guía la historia de su pueblo».
Desde el 18 de abril se registran en Nicaragua manifestaciones contra el presidente Daniel Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido en 2016 en unos comicios cuestionados por la oposición. En enero de 2014 la Asamblea Nacional aprobó la reelección indefinida. Las manifestaciones han sido reprimidas por policías y paramilitares, con más de 300 muertos.
A pesar de que la Iglesia participa como mediadora y testigo en el diálogo nacional convocado por Ortega, grupos afines al Gobierno atacaron el 9 de julio al cardenal Leopoldo Brenes, al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y a monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, durante una visita pastoral a Diriamba.
Asimismo, la parroquia Divina Misericordia en Managua, donde estaban refugiados más de cien estudiantes, fue atacada por policías y paramilitares durante la noche del viernes 13 y madrugada del sábado 14 de julio.
Al día siguiente el auto del obispo de Estelí, monseñor Abelardo Mata, fue atacado por turbas oficialistas. El prelado se refugió en una casa cercana y pudo regresar a su diócesis gracias a la intervención del cardenal Brenes.
La OEA condenó la violencia en Nicaragua y exigió a Ortega a adelantar las elecciones a marzo de 2019 para salir de la crisis. Este pedido también fue planteado por los obispos en junio pasado.
En su comunicado del 14 de julio, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) denunció «la falta de voluntad política del gobierno para dialogar» y buscar procesos reales que encaminen al país a una verdadera democracia.
Fuente: AICA