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“Educación sexual desde que los chicos nacen y sexualidad en amor y respeto”

Entrevistamos para SIGNIS ALC a la Dra. Viviana Duarte de Massot, médica psiquiatra, especialista en Psicología Médica, y que cuenta con un posgrado en Ginecopsiquiatría. Es integrante del Equipo de Proyecto Esperanza Argentina. Tiene tres hijos y un nieto.

¿Qué es Proyecto Esperanza?

Proyecto Esperanza es un programa de sanación y acompañamiento pastoral dirigido a mujeres y hombres que sufren el trauma postaborto que surge por la pérdida de un hijo, especialmente por un aborto provocado. También se extiende a familiares, amigos o intervinientes en abortos que pudieron ser afectados. Tiene como finalidad facilitar el proceso de duelo, perdón, aceptación, reconciliación y encuentro con el hijo no nacido y restaurar vínculos rotos con sí mismo, con los demás y con Dios.

¿Hace cuánto estás involucrada y cuál es tu tarea?

Comencé a colaborar en el 2012 en el ámbito del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Católica Argentina. Proyecto Esperanza nace en chile en 1999 y en EE.UU. en el año 1984. Su fundadora lo llamó así pensando en la persona de Raquel, del Antiguo Testamento, que llora desconsolada de dolor por sus hijos y «no quiere ser consolada, porque ya no existen». Sólo pudo consolarse cuando Dios le ofreció la esperanza de un mejor futuro (Jeremías 31, 15-17). Mi tarea dentro del equipo es colaborar en el trabajo de co-visión / supervisión de los agentes pastorales. También doy clases de formación al equipo y colaboro en las capacitaciones y presentaciones en encuentros o congresos.

Expusiste en la Cámara de Diputados, en esas intensas jornadas de debate en las que se escucharon voces a favor y en contra del proyecto de ley de legalización del aborto. Relatanos tu experiencia.

La presentación en Diputados la centré en las consecuencias del aborto, siempre negativas. Fue importante poder hablar desde ese ángulo ya que muchas veces se niegan los efectos destructivos de la persona y la sociedad que provoca el aborto. Fue un momento de tensión por el clima hostil tanto de diputados como de expositores proaborto muy contrastante con el ambiente de camaradería y solidaridad del grupo contrario a la ley. Me molestó el poco respeto que se les daba a los expositores provida: era un franco desprecio y actitud de burla (sonrisas, comentarios en voz alta, preguntas agresivas, interrupciones ); triste actitud de nuestros representantes en el Congreso y sus simpatizantes. Realmente esperaba más respeto al aporte que intentamos hacer los profesionales de la salud. Yo había tenido una experiencia anterior en exposición en el Senado en el marco de la ley de matrimonio igualitario (2010) y el tratamiento fue muy diferente. Escucha y respeto. Creo que la diferencia marca el clima social y político actual, poco respeto y manifiesto desprecio por la opinión contraria.
Contanos alguna situación de consultorio en la que el aborto haya sido la piedra pascual para retornar a la salud psíquica de un varón o una mujer.

De las experiencias de consultorio quizás la más notoria fue durante el trascurso de un proceso terapéutico de un paciente alcohólico depresivo de 50 y tantos años al recordar en el segundo año de su tratamiento un episodio de aborto de su novia de la juventud. Ella había abortado sin avisarle. Él la dejó al poco tiempo del episodio porque hubiera querido tener ese hijo y no fue consultado. Él sintió que no había podido manifestar su dolor y tristeza por esa muerte y se deprimió en ese momento. Y empezó su alcoholismo. A partir de encontrar esa raíz y poder elaborar la situación de dolor de aquel aborto, su evolución terapéutica fue acelerada.

¿Cambió algo en tu vida después del 8 de agosto y el rechazo en el Senado del proyecto de ley de legalización de aborto?

No cambió nada para mí. Hace años que vengo trabajando e insistiendo en lo negativo del aborto y la importancia de la prevención con educación y fortalecimiento yoico. Durante años trabajé en orientación a padres e insistía en que la educación sexual de los hijos comienza desde que nacen y la importancia de la sexualidad en un contexto de respeto y afecto. Sí veo el cambio en los que no tenían presente la necesidad de un compromiso en la educación de la sociedad con respecto a este tema. Y sí que hay que trabajar intensamente para construir una sociedad más sana.

Por Virginia Bonard-SIGNIS Argentina