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Del 22 al 24 de septiembre, se lleva a cabo el encuentro “La Economía de Francisco”. Durante el evento, cerca de mil jóvenes provenientes de diversos países dialogan sobre la posibilidad de cambiar la economía mundial, hacia un modelo al servicio del hombre; una “economía con alma”.
El encuentro se celebra en Asís (Italia), en alusión al personaje emblema de la sostenibilidad: San Francisco de Asís. De allí, también su nombre.
El 24 de septiembre se espera la llegada del Papa Francisco, quien mantendrá un encuentro con los jóvenes.
Hasta ese día, los asistentes se enriquecen con conferencias y debates, centrados en la posibilidad de establecer una economía más justa.
A continuación, reproducimos un artículo del sitio web de la Conferencia de Obispos de Brasil, en el que el educador popular de pastorales y movimientos sociales Eduardo Brasileiro explica la esencia de esta propuesta.
Un encuentro que despierta mucho entusiasmo entre los participantes. Se trata de “Economía de Francisco”, evento que tiene lugar en Asís, del 22 al 24 de septiembre, tras dos años de postergación, a causa de la pandemia de Covid-19.
El evento ha pasado de ser un encuentro de jóvenes con el Papa Francisco, a un proceso global, donde una comunidad global quiere comprometerse a cambiar el modelo económico vigente en todo el mundo.
En Brasil, según Eduardo Brasileiro, uno de los cien jóvenes brasileños que participan en este encuentro, la gran diferencia radica en que, junto a Francisco, entró Clara (de Asís) y, con ella, “la perspectiva de las periferias, de las mujeres, de todo lo que excluye la lógica del capitalismo”.
Para Brasileiro, la Economía de Francisco y Clara se ha convertido en un movimiento social en el país, un espacio de denuncia y de propuestas, donde las políticas públicas y las dinámicas culturales, hasta ahora apagadas, se hacen presentes.
Un encuentro que es una oportunidad para conocer las experiencias de resistencia en otros países, en otros continentes, en otras realidades culturales, descubriendo modelos alternativos de desarrollo, dice Eduardo Brasileiro. Insiste en que “en este evento, no se trata de negociar con los grandes líderes mundiales, en una mesa”.
El representante de Brasil resalta que “está gestándose una madurez, habilidad política de quienes están construyendo la Economía de Francisco y Clara, que consiste en empoderarse cada vez más de los procesos de democracia, economía y de organización popular, lo que genera un proceso de transformación”.
Eduardo Brasileiro enfatiza que la Economía de Francisco y Clara “no debe ser una sola respuesta para el mundo, sino, propia de cada territorio”. Esto le lleva a afirmar la necesidad de entenderla como “una manifestación de los territorios y no como un instrumento para debatir con políticos o empresarios”.
En el caso de Brasil, el objetivo es que «el Estado perciba al territorio como un potenciador de políticas públicas y desarrollo».
Una muestra de ello es la economía solidaria, “que genera ingresos, trabajo cooperativo, derrota del hambre a través de la agroecología”, así como la banca comunal y el presupuesto participativo, “en donde todos discuten adónde va su dinero”.
El gran aliado de la Economía de Francisco y Clara es, según Eduardo Brasileiro, el Pacto Educativo Global, que propicia discusiones en las escuelas, en los espacios educativos globales y comunitarios, en las comunidades eclesiales, ayudando a “percibir el territorio como un lugar de potencialidades” y no como «un lugar de ausencias” y, con ello, logrando “un retorno de la comunidad”.
Frente a la postura de Margaret Thatcher en la década de los ochenta, cuando decía que “la sociedad no existe”, realzando el apogeo del neoliberalismo en el mundo, Eduardo Brasileiro destaca las palabras del Papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde dice: “que no te roben la comunidad”, señalando que “la forma de construir un nuevo pacto social, ecológico, económico y educativo reside en un modelo de economía comunitaria para el bien común, pensado para los territorios y basado en el desarrollo sostenible».
El modelo económico actual, que se construye a partir de la escasez, provoca muchas veces, según Brasileiro, la noción de que no existe futuro en sociedad actual. Todo esto como resultado de un modelo de extracción, corporaciones y de explotación de los recursos de los países. La alternativa es “transformar la economía, ponerla en el centro de la vida de las personas y de todos los ecosistemas, mirar los territorios con mayor creatividad”.
Esta Economía es impulsada por el Papa Francisco, considerado por los jóvenes como “una autoridad política preocupada por la humanidad, que alza su voz, denuncia ese modelo de muerte que conlleva migración y guerras, o señala la insensatez de los mercados, de las políticas climáticas y de las políticas públicas”.
La presencia del Papa Francisco en el encuentro, “ya nos compromete al establecimiento de un modelo que priorice la vida”, logrando que el mundo lo escuche. Este ejemplo ha sido asumido por la Iglesia en Brasil, la Conferencia Nacional de Obispos y las pastorales, que han creado varios espacios para promover la Economía de Francisco y Clara.
Eduardo Brasileiro hace un llamado a “rescatar un catolicismo comprometido con el evangelio, que no pierda de vista a los pobres y a la Madre Tierra”.
De esta forma, la Economía de Francisco y Clara apuesta por formar una generación de jóvenes comprometida con la transformación global, subraya Eduardo Brasileiro.
Artículo original publicado en cnbbnorte1.blogspot.com.
Fuente adicional: El Debate
