Entrevista realizada por Miguel Angel Gullón Pérez, de UDECA y Radio Seybo, de República Dominicana, al teólogo y periodista brasileño Frei Betto.
«Nacido para comunicar», referente de la teología de la liberación, Frei Betto, quien lleva escritos más de 60 libros y ha sido distinguido con varios premios internacionales, predica el Buen Vivir como alternativa al desarrollo y considera que «hoy en Latinoamérica no hay ningún justificativo para tomar las armas».
Queremos compartir con ustedes la primera entrega de la entrevista hecha en exclusiva para ALER, durante su visita y participación del evento público realizado en Quito durante la XV Asamblea General de ALER.
Encontrándonos en el continente de la esperanza, es inevitable preguntarnos sobre la desigualdad presente en nuestra Abya Yala, al respecto señala Frei Betto «la desigualdad social grita en América Latina. Es el continente con más desigualdad social»
Con relación a la pobreza manifiesta que «hubo un avance en los últimos años por los gobiernos progresistas. Por ejemplo, en Brasil, sacaron 40 millones de personas de la miseria. Eso es muy importante. Ahora el problema es que si vuelven las políticas neoliberales, ahí sí vamos a añadir un número de gente empobrecida».
E: Y el mercado, el neoliberalismo, están matando lo construido. Y son muchas las personas que son desaparecidas como los 43 jóvenes de México. Miles de desaparecidos en nuestro continente. El símbolo de la lucha por la tierra en Honduras, Berta Cáceres… ¿Qué significa para usted todo esto?
FB: Significa que estamos muy lejos de vivir en un continente liberado, de un mundo liberado. Mira las guerras que Estados Unidos promueve en Oriente Medio, mira esta ola tremenda de refugiados que el Papa ha caracterizado como la tercera guerra mundial. Entonces mira que estamos en un mundo de mucha desigualdad, de mucha violencia, de mucha injusticia. Y ahí la culpa principal está en las espaldas de Estados Unidos y Europa Occidental. Mucha gente se pregunta por qué África se encuentra en la miseria, por qué hay tantos conflictos en oriente. Porque los intereses y las ganancias en Europa Occidental y EEUU han causado esta situación.
Quien conoce la historia de la colonización europea en África sabe muy bien que sacaron todas las riquezas y dejaron huecos y sufrimiento en la gente. Así como también toda esa guerra de Irak y ahora Siria, todo eso es fruto de intereses por el petróleo. Entonces no están mirando los derechos de la gente, sino las fuentes de energía. Cuando el petróleo estaba alto en sus precios entonces se justificó esta guerra tremenda que no llegó a ningún acuerdo de paz.
E: Un líder guatemalteco con profundas convicciones religiosas me preguntaba si es moral o no tomar las armas para enfrentar a grupos que están instaurando el terror, los asesinatos impunes, la cultura de muerte. ¿Sí o no a las armas?
FB: La Iglesia no tiene una posición maniqueísta de estar a favor o en contra. La Iglesia toma la doctrina de Santo Tomás para decir que si en una situación, agotados todos los medios pacíficos, no queda ninguna salida y solo la excepción de tomar las armas para impedir que más gente sufra y muera, entonces tomar las armas es legítimo. Es el principio del mal menor. El ejemplo que Santo Tomás da es que si hay un tirano que oprime y lleva a su pueblo a la muerte, entonces matar al tirano es mejor que dejarle vivo matando a mucha gente.
En este momento de América Latina yo creo que no hay ningún justificativo de tomar las armas y estoy muy feliz porque el último grupo guerrillero de América Latina, las FARC de Colombia, están en las vísperas de un acuerdo de paz que se va a firmar en La Habana. Entonces no hay ningún justificativo. Siempre que algún muchachito que descubre la revolución y dice «hay que tomar las armas porque no hay otro camino». Yo le digo: «mira, no somos nosotros quienes decidimos que vamos a tomar las armas».
Hoy tomar las armas le interesa a dos sectores solamente. A los fabricantes de armas, porque van a vender más, y a los sectores ultraconservadores, que quieren cada vez más dar golpes de estado e instaurar dictaduras. Entonces, quien decide que debemos tomar las armas es cuando la derecha da un golpe, asume el poder y quita todos los medios pacíficos de lucha, todas las salidas democráticas. Ahí no hay opción. O usted baja la cabeza, o toma las armas.
E: También relacionándolo con los gobiernos progresistas, sus retrocesos o avances. Usted, que conoce la realidad latinoamericana, Cuba, Venezuela, Brasil, ¿cómo ve estas realidades?
FB: Veo que es una situación muy difícil porque a pesar de que estos gobiernos han promovido avances muy significativos e importantes, y hay que apoyarles, han cometido algunos equívocos, como no hacer alfabetización política, organizar mejor las bases populares y sobre todo crear un proyecto político a largo plazo más consistente, no solamente medidas modernizadoras para mejorar las cosas. Entonces, creo que estamos amenazados de pasar de estados de derecho a estados de la derecha, como pasó en Argentina ahora.
E: Tierra, techo y trabajo son las tres «T» que usted reclama en Brasil, porque faltan. En un país más chiquito, en República Dominicana, hace unos días, una compañía azucarera, Central Romana, desalojó a punta de pistola y fusil a casi cien familias. Incluso encañonando a niños y niñas. Estamos haciendo un frente común contra esta compañía pero nadie apoya, las autoridades tampoco. Las familias están totalmente dejadas en las manos de Dios. ¿Qué aconseja a estas familias, a estos grupos que apoyamos frente a esta gran compañía?
FB: Yo creo que hay que organizarse cada vez más. Movilizar a la gente para apoyar a estas familias. Es muy difícil apoyar al pobre porque no tiene ventajas, no tiene prestigio. Pero no hay otro camino para crear una humanidad de justicia, de paz, de fraternidad, de globalización de la solidaridad, de civilización del amor, que apoyar a esa gente que es sufrida y oprimida. Entonces ustedes tienen que, cada vez más, fortalecer ese apoyo a estas familias.
Puede acceder a la entrevista en audio aquí
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