Doménica Cano*
Desde el silencio, las sagradas escrituras nos muestran un dulce San José presto al servicio y la obediencia, a quien hoy festejamos como un padre sencillo, acogedor y bondadoso, que nos enseña a ser ocultos en la verdad, comunicando paz desde el trabajo, el hogar y la familia.
Hoy 19 de marzo conmemoramos con alegría a quien fue el padre adoptivo de Jesús, patriarca de la iglesia y custodio del redentor. Me detengo a meditar en las palabras de nuestro Santo Padre, en la carta apostólica «Patris Corde» (con corazón de Padre), donde la palabra «acogida» se ve presente en quienes no hablan pero comunican. Grandes personas en esta pandemia desde su labor cotidiana nos enseñan desde el silencio grandes verdades.
Una de muchas valiosas virtudes es el servicio; realmente hemos sido llamados a entregar nuestra vida para el bien de los demás y como comunicadores somos llamados a la acogida aun en momentos de caos. En nuestra sociedad envuelta en egoísmo olvidamos ser quienes ayudan, pero en la vida espiritual de José no vemos palabras pero si acogida y entrega; cuánto comunica este tipo de acciones de aquel «hombre justo» (Mt 1,19).
Pensemos en la «valentía creativa» de San José al recibir al hijo de Dios en un pesebre, acomodando cada detalle con alegría.
Hoy la tecnología nos permite ser «comunicadores con valentía creativa» llevando el mensaje con optimismo y reconociendo que aun en nuestras limitaciones nos basta la gracia de Dios, porque su fuerza se manifiesta a nuestra debilidad (2 Co 12,7-9). Desde nuestros espacios, talentos y dones somos llamados a comunicar con creatividad.
Otro de los puntos que se desarrolla en la carta «Patris Corde» es la obediencia de San José como padre «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24) a ejemplo de este gran santo no seremos obedientes al llamado desde nuestra vocación a expresar sin miedos o restricciones nuestras opiniones y a sentirnos obedientes informando o transmitiendo lo que debemos sin esconder o alterar la información.
Comunicar también desde el silencio implica acción, es donarse al otro en un acto generoso de amor, sin reservas buscando el bien, compartiendo la vida, así como San José junto a Jesús y María.
Los actos hablan más que mil palabras y nosotros podemos ser portadores de la verdad con el cumplimiento fiel de nuestras obligaciones, en una sonrisa al otro, en un gesto amable con el que sufre, desde nuestro trabajo cotidiano y en nuestro hogar con los que más amamos.
El silencio por tanto, dice más que mil palabras ya que San José no dijo ni una sola en el evangelio, así el padre adoptivo de Jesús nos educa para comunicar servicio, acogida, valentía y obediencia; que en este día sea San José interceda por nuestra vocación de comunicadores, para expresar en obras lo que llevamos en lo más profundo del corazón.
* Comunicadora, integrante de SIGNIS Ecuador Joven