Bogotá, Colombia.- Como una «tragedia que no solo es de impacto local, ni siquiera regional sino de proporciones planetarias» consdideran los Obispos de América Latina y El Caribe al incendio de grandes proporciones «que consumen grandes porciones de la flora y fauna en Alaska, Groenlandia, Siberia, Islas Canarias, y de manera particular de la Amazonía». A través de un comunicado firmado por el Consejo de presidencia del CELAM, los obispos demandaron urgentemente de «los gobiernos de los países amazónicos, especialmente de Brasil y Bolivia, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo».
Los obispos expresaron su preocupación por la gravedad de esta tragedia y manifiestaron su solidaridad con los «hermanos pueblos indígenas», al tiempo que unieron su voz «para gritar al mundo por la solidaridad y la pronta atención para detener esta devastación».
«Lo que le pasa al Amazonas no es un asunto solo local sino de alcance global. Si el Amazonas sufre, el mundo sufre», dicen los obispos latinoamericanos.
Según dice el comunicado, el «dolor de esta tragedia natural» empaña la «esperanza por la cercanía del sínodo Amazónico, convocado por el Papa Francisco».
Agregan que «Ya el Instrumento de trabajo del sínodo advierte proféticamente: «En la selva amazónica, de vital importancia para el planeta, se desencadenó una profunda crisis por causa de una prolongada intervención humana, donde predomina una ‘cultura del descarte’ (LS 16) y una mentalidad extractivista. La Amazonia es una región con una rica biodiversidad, es multiétnica, pluricultural y plurirreligiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los Estados y de la Iglesia. Esta realidad supera el ámbito estrictamente eclesial amazónico, porque se enfoca en la Iglesia universal y también al futuro de todo el planeta» (Instrumentum laboris para el sínodo de la Amazonia, preámbulo).
«Recordando las palabras del Papa Francisco, quisiéramos «pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político, social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: [que] seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro» (Homilía del inicio del ministerio Petrino, Marzo 19, 2013), concluye el comunicado.
Redacción: Red de Radioevangelización
Fuente: CELAM