Ciudad de México.- La primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe entró en un momento de reflexión y discernimiento sobre la realidad regional, luego de que pasaran 14 años de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Aparecida Brasil. La jornada inicial del lunes 22 de noviembre arrancó con un mensaje del presidente del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos, quien destacó el espíritu abierto a la participación de toda la expresión del Pueblo de Dios.
Previamente, el trabajo del día fue ambientado por un momento de oración, con la expresión de la espiritualidad afroamericana y, posteriormente con el himno de la Asamblea Eclesial, que contó con la interpretación en vivo del autor, el ecuatoriano Juan Morales Montero.
Así también, el presidente de la Comisión para América Latina y el presidente del episcopado mexicano dieron la bienvenida a los participantes.
En su mensaje, el cardenal Oullet pidió “que el Espíritu del Señor presente en medio de nosotros nos ayude a discernir juntos cómo reactivar el espíritu misionero que el Papa Francisco nos transmite con su ejemplo y su magisterio”.
Según destacó, “la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe es una de las variadas formas cómo la Iglesia reaprende a escuchar y a discernir”, llamando a la comunión eclesial profunda para poder vivir la misión de verdad.
Así también, el presidente del episcopado mexicano, Monseñor Rogelio Cabrera, dio la bienvenida a los asambleístas y agradeció que sea México la sede de este encuentro continental.
Seguidamente, el teólogo y biblista colombiano Fidel Oñoro, expuso sobre la misión y compromiso pastoral de la Iglesia a partir de “La centralidad de Jesucristo y su Palabra en nuestra acción pastoral”.
El padre Oñoro destacó que “el pastor en la Biblia en primer lugar es Dios” y que la Escritura “nos abre ventanas de observación y de compresión más profunda”, que “nos saca del analfabetismo espiritual”.
Según dijo, “sólo escuchando la Palabra podemos percibir qué es lo que Dios nos dice y nos pide, podemos llegar a descubrir nuestra misión y a qué somos llamados”.
Luego de la exposición del padre Oñoro, el trabajo de reflexión y discernimiento continuó en pequeños grupos en los que se compartieron las experiencias eclesiales que fueron parte del proceso de escucha que antecedió a esta gran Asamblea Eclesial, que se realiza en la sede del episcopado mexicano, luego de que el domingo se inauguró en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Desde México, Pepe Mármol, SIGNIS ALC