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La Comisión de Ecología Integral y Minería de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), denunció que un grupo de simpatizantes del presidente Bolsonaro han amenazado de muerte al obispo auxiliar de Belo Horizonte (MG), Dom Vicente Ferreira. La amenaza se habría registrado mientras celebraba la Misa de Confirmación en la parroquia São Caetano, en la ciudad de Moeda, en el interior de Minas Gerais.
Según la denuncia, “el grupo gritaba ‘obispo afuera’ y ‘allá va a ser diferente’, expresiones que fueron escuchadas por el chofer y miembro de seguridad que se encontraban en la parte trasera de la cancha polideportiva –donde se llevó a cabo la celebración”.
La denuncia firmada por el obispo de Caxias (MA), Dom Sebastião Lima Duarte, presidente de la Comisión señala que “este hecho está vinculado a la realidad nacional que vivimos en nuestra sociedad donde el odio y la intolerancia política, se han vuelto cada día más ‘aceptables ‘. En una sociedad democrática esto no se puede permitir.”
Las amenazas son consecuencia de la actitud profética del obispo auxiliar de Belo Horizonte, “en defensa de los pueblos y comunidades que están en conflicto con la minería, principalmente en defensa de los afectados por la ruptura de la represa de Vale en Brumadinho”, lo cual lo ha convertido en blanco de amenazas.
La Comisión Especial de Ecología Integral y Minería de la CNBB ha expresado su solidaridad con Dom Vicente Ferrreira y ha repudiado “estas posiciones extremistas, que no caben en nuestra sociedad, y solicitamos a los órganos del Estado que cumplan con su deber de protección y a la vez de investigación de quienes cometieron este crimen».
Así también, el arzobispo de Belo Horizonte, Dom Walmor Oliveira de Azevedo, se ha solidarizado y se mantiene unido a su obispo auxiliar, “víctima de la intolerancia, de la falta de un mínimo sentido de la convivencia, de la falta de respeto cobarde, de poner la vida – don sagrado – en riesgo, síntomas graves de una sociedad enferma”.
En el comunicado, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, dijo que se habían adoptado medidas judiciales “para que las hostilidades dirigidas contra un servidor del Evangelio, en el ejercicio de su misión, no queden impunes”.
Finalmente, afirma que “en una sociedad libre y democrática, la divergencia de opiniones no puede justificar actitudes beligerantes, ajenas a la fraternidad. El Evangelio enseña que todos, independientemente de sus convicciones, son hermanos unos de otros, hijos e hijas de Dios”.
Fuente: IHU Unisinos
