El historiador José Antonio Benito publica el libro “Perú: Tierra ensantada”
José Antonio Varela Vidal*
Los santos peruanos son muy conocidos en el mundo entero, donde la devoción creció y trascendió fronteras con los siglos. También colocó a algunos de ellos en el calendario litúrgico de la Iglesia universal, así como en el patronazgo de parroquias, seminarios y plazas. Saltan a la vista los nombres de Rosa de Lima, Martín de Porres, Toribio de Mogrovejo, entre otros…
Esos “otros”, que son muchos, aunque no todos hayan alcanzado los altares aún, fue motivo para que el papa Francisco llamara al Perú: “Tierra ensantada”. Es algo que significa estimación para el país, pero también un desafío y una responsabilidad.
Así lo entendió el educador, historiador y periodista español, doctor José Antonio Benito Rodríguez, quien ha publicado el libro “Perú, Tierra ensantada: Santos, beatos, siervos de Dios” (CEP – Lima, 2022. 165 pp), al culminar el año de celebraciones por el Bicentenario de la Independencia del Perú.
¿Cómo surgió la idea de publicar un libro de la santidad en el Perú?
– J. Benito: Nació como iniciativa de la Hermana Augusta Carrara, de “Catequesis Familiar”, recientemente fallecida en Italia, quien, ante el I Congreso Internacional de Jóvenes Animadores en el 2005, me solicitó de modo rápido -en una semana- un compendio de vidas ejemplares de peruanos; en aquel momento redacté una primera versión titulada “Peruanos Ejemplares. Valores de los santos, beatos y siervos de Dios en el Perú” con 44 semblanzas. Cuatro años después, en el 2009, la editorial Paulinas lo publicó con el mismo título y con 22 semblanzas más.
La versión actual tiene un sello especial…
– J. Benito: Sí, porque se publica en el año del Bicentenario de la Independencia del Perú (2021-2022), e incorpora otras 20 semblanzas, fruto de recientes procesos y nuevas beatificaciones como la de los mártires de Chimbote y la última de la Hermana Aguchita, también mártir del terrorismo.
Ha recogido una frase memorable del Papa Francisco ¿no?
– J. Benito: Efectivamente, cómo no agradecer a nuestro Papa Francisco el acuñar y popularizar tan bella y acertada expresión que honra y enorgullece a nuestro Perú. Recordamos con afecto, cuando nos saludó en su entrañable video mensaje para preparar su visita de enero del 2018, en el que nos alentaba a seguir la huella de nuestros santos que constituyen “la reserva más linda del pueblo peruano, los grandes santos que marcaron Latinoamérica, construyendo la Iglesia, trabajando por la unidad y en esperanza”.
Y luego dijo su alentadora frase sobre el Perú, recogida en el título del libro…
– J. Benito: Así es. Nos instó en varios de sus mensajes: “No se olviden de los santos que desde el cielo nos acompañan; acudan a ellos, recen y no se cansen de pedir su intercesión. Esos santos de ayer pero también de hoy: esta tierra tiene muchos, porque es una tierra «ensantada»”.
¿Cuál cree que es su mayor aporte con esta obra?
– J. Benito: Comienzo indicando lo que no es el libro. No es una obra erudita ni de investigación, aunque presente algunos datos originales y novedosos. Para mí lo fundamental es presentar de modo global, de una mirada abarcante, todos los peruanos (de nacimiento o de adopción) que canónicamente están en proceso de beatificación o ya fueron canonizados, esto es, los siervos de Dios, venerables, beatos y santos, de los que doy una síntesis esencial.
Es una larga lista…
– J. Benito: El mayor tesoro del Perú son sus santos y, además de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, hay que sumarle al gran Toribio de Mogrovejo, al seráfico Francisco Solano y al humilde amigo de Martín, Juan Macías. Yo añado dos más entre los canonizados. A San José, debido a que se proclamó patrono del Perú en 1828 por la naciente nación; y a Narcisa de Jesús, ecuatoriana pero que vivió y murió en Lima. Sumado a ellos, añado a otros dos cuyo trámite va muy avanzado: se trata del padre Eusebio Arróniz y la madre María del Pilar de Jesús. Entre los beatos incluyo ocho más, como son cuatro dominicos mártires en la Guerra Civil en España (1936), que fueron misioneros en el Perú, junto a siete venerables y veintiún siervos de Dios.
En el reciente libro editado por Francisco Bobadilla Rodríguez (Editor) «La Peruanidad en el Bicentenario. Ensayos de comprensión» (Lima, 2021), Usted se refiere a los santos como “Forjadores de la peruanidad”, ¿por qué?
– J. Benito: Porque todos ellos se han distinguido por ser referentes morales para sus contemporáneos y lo siguen siendo en la actualidad. Sus vidas están presentes en la historia, la literatura, el arte, dando nombre a instituciones y sobre todo como modelos del Perú unido y solidario que queremos forjar. Por ejemplo, la reciente beatificación en mayo de este año, de la Hermana Aguchita en el Centro Poblado de La Florida en Junín, fue vivida por todo el Perú: la sierra en la que nació (Ayacucho), la costa (Lima) en la que se formó y vivió; la selva (Vicariato de San Ramón) donde maduró, evangelizó y murió mártir.
¿Qué mensaje quiere transmitir con la publicación?
– J. Benito: El de San Ignacio de Loyola cuando leía vidas de santos en su convalecencia tras la herida en Pamplona: “Si ellos lo hicieron, yo también puedo hacerlo”. De eso se trata. De conocer tantos ejemplos en número y en variedad de nuestros paisanos, que vivieron en esta tierra, con problemas parecidos a los nuestros y dieron la solución correcta, la del Evangelio, la del amor. Esta obra brinda rostros concretos, aquí y ahora y es una invitación a caminar con aquellos cristianos católicos que apostaron por vivir coherentemente, tras las huellas de Cristo, el gozo del Evangelio.
Para conocer más de la obra del historiador José Antonio Benito aquí
* Periodista peruano, colaborador de SIGNIS ALC