La Coalición de Religiosos/as de la ONU por la Justicia, JCoR, en América Latina y el Caribe, expresó su rechazo a los recientes acontecimientos registrados en la región, que han significado un atropello directo a los derechos y libertades de miembros de la Iglesia y comunidades indígenas del continente.
En un documento fechado el 21 de agosto, la JCoR expresa su «protesta evangélica» frente a los «atropellos contra Monseñor Rolando José Álvarez y la Iglesia toda de Nicaragua».
Como se ha informado, el obispo de Matagalpa sigue en detención domiciliaria en Managua, y, de igual manera, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Morillo ha ordenado la expulsión de de la Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, ha dispuesto el cierre de varias emisoras católicas.
En el pronunciamiento de la Coalición de Religiosos/as de la ONU por la Justicia se condena también el asesinato de “los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en México, y el de la Hermana Luisa Dell’Orto, de las Hermanitas del Evangelio, en Haití”.
Finalmente han denunciado los desalojos de las comunidades kaiowá y guaraní de Tekoha Guapo’y en Amambai, Brasil como la incierta reubicación de indígenas de la comunidad Ka’a Poty, del pueblo Avá Guaraní, en Paraguay.
Así mismo, la JCoR ha reiterado su compromiso de seguir luchando por “la justicia en el corazón de la transformación global”, cualesquiera sean los riesgos y las implicaciones.
Fuente: ADN CELAM