Montevideo, Uruguay. – El 21 de diciembre de 2020, a cuatro días de la Navidad, se anunció que el gobierno uruguayo suspendía la presencialidad en las celebraciones religiosas de todas las confesiones hasta el 10 de enero de 2021. Una medida que, para unos, fue justificada debido al aumento de brotes de coronavirus, mientras que, para otros, generó dolor y desconcierto.
Un año después, en 2021, los fieles de distintas iglesias se alegraron ante la posibilidad de celebrar la Navidad en comunidad y de forma presencial. Tuvieron la oportunidad de encontrarse con Dios, con sus hermanos y hermanas, en los servicios correspondientes de la Nochebuena, del día de Navidad y de las jornadas posteriores, con los debidos cuidados sanitarios, que aún incluyen el uso del tapabocas, del alcohol en gel, el distanciamiento físico, entre otros.
Distintas comunidades pudieron retomar la presencialidad de iniciativas que habían quedado relegadas debido a la emergencia sanitaria. Por ejemplo, el pesebre viviente 2021 del Cottolengo Femenino Don Orione, una institución atendida por las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (más conocidas como Hermanas de Don Orione), adoptó la modalidad mixta: hubo invitados que acudieron presencialmente, mientras que miles de personas lo siguieron a través de las redes sociales institucionales, gracias a la transmisión realizada por ICMtv, el canal web de la Arquidiócesis de Montevideo.
Otras propuestas también se reconvirtieron: la tradicional cena de Nochebuena con los más necesitados que antes de la pandemia se desarrollaba en el atrio de la Catedral Metropolitana después de la misa derivó en una distribución de canastas de alimentos a personas en situación de calle.
En este escenario, pese al hartazgo que producen el coronavirus y las restricciones sanitarias que no dan tregua, las palabras de Jesús en el Evangelio (“Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los aliviaré”) constituyen un bálsamo. Allí está el mensaje del pesebre viviente 2021 del Cottolengo Femenino Don Orione, que el cardenal Daniel Sturla recogió en su saludo navideño. “Es un mensaje que en este año llega al corazón. Vivimos con alegría esta fiesta de Navidad, pero quizás tenemos también motivos de tristeza porque estamos agotados, afligidos por algún problema o por la ausencia de algún ser querido. Pero Jesús nace y Él es capaz de aliviar todo dolor y de rescatarnos, de salvarnos. Él nunca defrauda. Por eso, ¡feliz Navidad para todos!”, expresó.
En línea con las palabras del Cardenal Sturla, la mirada de fe en esta Navidad nos permite releer la historia personal y colectiva de 2021 con memoria agradecida, valorando las luces que se han encendido y constituyen esperanzas en un porvenir promisorio.
El año comenzó, entre otros hechos, con la repercusión de un logro alcanzado por Milagros Costabel, una joven periodista uruguaya, oriunda de Colonia, que obtuvo una beca total para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard (aquí puedes recordar la entrevista concedida a SIGNIS ALC, Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación). Hacia allí viajó en agosto de 2021 y desde entonces ha publicado distintos hilos de Twitter en los que comparte sus peripecias. El pasado martes 21 de diciembre anunció que estaba en el aeropuerto a punto de subir al avión rumbo a Uruguay. “Va a ser un vuelo largo y hay una escala, y literalmente no dormí un segundo en toda la noche… Estoy muy muy emocionada y contenta por llegar a casa”, señaló.
Más tarde, el 1º de marzo fue un día de esperanza para el país: junto con el año lectivo y además de celebrarse el primer año de la administración que asumió el 1º de marzo de 2020, comenzó la primera fase del plan de vacunación contra COVID-19 en Uruguay. El anuncio fue realizado en la noche del lunes 22 de febrero. Luego avanzó la campaña hacia sus otras fases. Fue escalonada, con grupos prioritarios, a través de un sistema de agenda que experimentó algunos problemas técnicos y fueron solucionados de manera expedita.
“Uruguay se vacuna” constituyó más que un hashtag para subir fotos y videos a las redes sociales. Fue, ante todo, un canto a la solidaridad y a la vida. Una estrategia que se desplegó en todo el territorio permitió asegurar vacunas para todos y llevarlas a cada rincón del país, casa por casa, pueblo a pueblo.
Uruguay se vacuna, Uruguay se reactiva y, para seguir viviendo con normalidad, el llamado de las autoridades nacionales apunta a la vacunación con la tercera dosis. La dosis de refuerzo, como se la conoce, es la mayor defensa contra las nuevas variantes del coronavirus.
Redacción: Sebastián Sansón Ferrari – Corresponsal de SIGNIS ALC en Uruguay