Bogotá, Colombia.- El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, consideró que la salida de la pandemia requiere la producción y distribución a gran escala de vacunas para todos. Así lo dijo al intervenir en el seminario virtual América Latina: Iglesia, Papa Francisco y escenarios de la pandemia, que se llevó a cabo el jueves 19 de noviembre.
Para el máximo directivo del CELAM, es necesario tomar iniciativas que permitan garantizar que las vacunas sean seguras y probadas éticamente, teniendo en cuenta la advertencia médica de que lo primero es no hacer daño.
En su exposición sobre la Iglesia, el Papa Francisco, la pandemia y la acción pastoral, Monseñor Cabrejos Vidarte se adhirió a la invitación del Papa Francisco, indicando que es necesario impulsar acciones concretas de parte de los países y las comunidades para acoger, proteger, promover e integrar a todos y todas, especialmente a los más vulnerables.
Recordó que es necesario promover y fortalecer la responsabilidad y el espíritu de servicio del personal médico, por lo que abogó por un reconocimiento de la salud integral como bien público social. Esto teniendo presente que paramédicos, enfermeras, enfermeros, agentes de las fuerzas del orden, personal de limpieza y voluntarios a todo nivel privilegian el servicio al hermano, arriesgando sus propias vidas.
La salud como bien público
Analizando este tiempo de pandemia, Monseñor Cabrejos, aseguró que esta situación ha permitido a la comunidad internacional tomar conciencia sobre la necesidad de garantizar la salud, comprendiendo que ha llegado la hora de actuar para poner en marcha el verdadero desarrollo humano integral, con un carácter solidario, que supere el paradigma que solo se basa en el afán de lucro.
Así recordó que en este tiempo hay muchos héroes y heroínas caídos en esta batalla, e insistió en la necesidad de reconocer los servicios del personal de las Cáritas y pastorales sociales que desde la acción vienen ofrendando sus propias vidas. Para el prelado toda esta realidad, nos impulsa a urgir a los Gobiernos para que comprendan que no puede existir una separación entre las medidas de contención de la pandemia y la política de salud pública esencial para todos, en especial para los más pobres.
Finalmente, desde su condición de representante de la Iglesia Latinoamericana y Caribeña reafirmó su compromiso solidario a través de las Cáritas nacionales, Cáritas Diocesanas, Cáritas parroquiales, las congregaciones religiosas, el voluntariado, el servicio de apoyo espiritual telefónico y la visita virtual y presencial a los fieles o a toda persona que lo solicite en el contexto de la pandemia.
Fuente: CELAM