Bogotá, Colombia.- El próximo jueves 24 de noviembre, a las 11 de la mañana, en el Teatro Colón, en el centro de Bogotá, se suscribirá el nuevo acuerdo de paz alcanzado entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. Así lo confirmaron los equipos negociadores del Gobierno y las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas), a través de un comunicado conjunto que se hizo público ayer.
Según el comunicado, el texto definitivo será sometido a la aprobación del Congreso colombiano. En la breve declaración se subraya que «la consolidación de la paz requiere que avancemos con paso firme hacia la implementación de los acuerdos que permitan superar tantos años de conflicto en Colombia».
Se ha llegado a la decisión de la firma del «nuevo acuerdo de paz» el pasado 12 de noviembre, después de las conversaciones entre los equipos del Gobierno y las Farc, con los representantes que se expresaron en favor del No en el referéndum del 2 de octubre pasado sobre el acuerdo precedente.
También ayer a última hora de la tarde, el Presidente Santos, después del encuentro de la Comisión de alto nivel para la protección de los derechos humanos, durante una conferencia de prensa dijo que los asesinatos de dirigentes agrarios de estos días muestran «la incertidumbre, frente a la implementación del acuerdo de paz». En la misma conferencia de prensa, el responsable del Centro de recursos para el análisis de conflictos (Cerac) ha explicado que «si el acuerdo estuviera ya en marcha, estarían en vigencia, por ejemplo, la Misión de Monitoreo y de Verificación; las unidades de Policía de Pacificación y de Protección, es decir, una institución más robusta».
Según el Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos, solo este año 232 líderes campesinos o rurales han sido amenazados; 21 han sufrido ataques y 70 han sido asesinados.
Al final de la conferencia de prensa, el Presidente Santos ha reiterado que esta serie de homicidios debe ser detenida de inmediato, por lo que ha pedido que «se intensifiquen, urgentemente» la protección de los líderes de las comunidades y de los defensores de los derechos humanos.
Fuente: Agencia Fides