Brasil.– El Consejo Indigenista Misionero de Brasil (CIMI), órgano vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), hizo público un reciente informe de 172 páginas titulado «la violencia contra los pueblos indígenas de Brasil», que presenta datos estadísticos de los hechos de violencia registrados en el año 2015. Según el informe, 654 territorios indígenas en Brasil sigue esperando los actos administrativos del Estado para iniciar el proceso de demarcación, mientras se han producido 137 asesinatos de indígenas en todo el país.
Los datos muestran que en 2015 se ha mantenido sin cambios la invasión constante y la devastación de las tierras demarcadas. El informe hace hincapié en el aumento de los ataques contra los campos de las comunidades Guarani y Kaiowá, en el Mato Grosso do Sul. El Presidente del CIMI, el arzobispo de Porto Velho, Su Exc. Mons. Roque Paloschi, en la presentación del informe, se pregunta: «¿Porque se repiten las mismas prácticas criminales, sin que se adopten medidas efectivas? ¿Hasta cuando tendremos que presentar este tipo de informes?».
La Agencia Fides informa de algunos datos del amplio documento. El informe señala que se ha hecho poco para regularizar la situación de las tierras indígenas. Según la Constitución Federal, todas las tierras tradicionales indígenas deberían haber sido ya definidas en 1993, cinco años después de la promulgación de la Constitución. Sin embargo, según la investigación del CIMI a fecha del 31 de agosto de 2016, 654 territorios indígenas en Brasil sigue esperando los actos administrativos del Estado para iniciar el proceso de demarcación. Este número corresponde al 58,7% del total de las 1.113 tierras indígenas en el país.
Con respecto a la violencia, según los datos oficiales de la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai) y del distrito de salud indígena del Mato Grosso do Sul (DSEI-MS), se han producido 137 asesinatos de indígenas en todo el país, 36 de ellos registrados por el DSEI-MS.
De los 87 casos de suicidio en todo el país, 45 han ocurrido en Mato Grosso do Sul, especialmente entre los guaraníes y los kaiowá. Entre el 2000 y el 2015 se registraron 752 casos de suicidio sólo en este estado. Un estudio reciente llevado a cabo por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y por el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IWGIA) sobre los grupos étnicos Guarani y Kaiowá, afirma que estos jóvenes indios cargan con un trauma originado por los acontecimientos narrados por sus padres: historias de explotación, violencia, muerte y pérdida de la dignidad humana.
El informe considera también los datos parciales de la mortalidad infantil indígena: las tres causas principales de muerte han sido la neumonitis (8,2%), la diarrea y la gastroenteritis (7%).
Fuente: Agencia Fides