América Latina (EVARED) – La Red “Iglesias y Minería”, en carta pública dirigida a obispos y pastores de sus Iglesias, manifiesta su preocupación por el crecimiento de la violencia y criminalización de personas y comunidades que se posicionan críticamente frente a la minería en América Latina”. A dichas agresiones, se suma –afirman-, la nueva estrategia de las empresas mineras de aproximación a las jerarquías de las Iglesias.
Según la carta, ante la dificultad de demostrar sustentabilidad por parte de las operaciones mineras y la imposibilidad de resolver los graves daños y violaciones provocados por sus actividades, las empresas mineras han cambiado sus estrategias.
“Su nueva estrategia, por tanto, es buscar apoyo de instituciones que tienen credibilidad para lograr la confianza del pueblo. Entre ellas, el apoyo también las iglesias”, señala la carta.
Frente a esta estrategia de las grandes empresas mineras, los líderes religiosos de la red “Iglesias y Minería” llaman a los obispos y pastores para que no mantengan posiciones ‘neutras’ frente a los conflictos mineros. Argumentan que la misión de la Iglesia es estar al lado de los pobres y defender la Creación, y velar por la dignidad de los hijos e hijas de Dios.
Para la Red, “es importante garantizar el Consentimiento Libre, Previo e Informado de todas las comunidades que podrían ser afectadas por un proyecto minero, igualmente el derecho de las mismas decir No a la minería”.
La carta pública, recuerda los numerosos documentos de las Conferencias Episcopales nacionales contra la explotación desregulada de los bienes comunes y la reciente publicación del Consejo Latinoamericano de Iglesias, en sintonía con ese tema: “Perspectivas bíblicas-teológicas y desafíos de la crisis climática para las Iglesias en América Latina y el Caribe”.
La Red Iglesias y Minería, también recuerda la denuncia formal que la Iglesia Católica de América Latina, a través del Departamento Justicia y Solidaridad del CELAM, presentó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en marzo de 2015, con el título “Posición de la Iglesia católica ante vulneración y abusos contra los derechos humanos de las poblaciones afectadas por las industrias extractivas en América Latina”.
Para los responsables de la Red, el diálogo que las jerarquías deben valorar no es con los ejecutivos de las mayores empresas mineras, sino con todos los miembros de las iglesias, para definir posiciones comunes sobre estos temas.
“Recomendamos el diálogo con las comunidades, apoyando sus reivindicaciones y denuncias concretas. De esa manera, las iglesias contribuyen al empoderamiento de las comunidades, para que sean ellas mismas las que dialoguen con los Estados y las empresas”, dice el texto de la carta pública dirigida a obispos y pastores de sus iglesias,
Para mayor información escribir a iglesiasymineria@gmail.com