Ciudad del Vaticano (EVARED).- En el primer domingo del año, el Papa Francisco recordó el compromiso asumido en la Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios y Jornada Mundial de la Paz, que tiene por lema: «Vence la indiferencia y conquista la paz»; e invitó a todos invocar la gracia de Dios para hacer realidad esta tarea. Así lo dijo después de rezar la oración mariana del Angelus, el mediodía de este domingo 3 de enero de 2016, momento en el que el Obispo de Roma dirigió su saludo a los numerosos fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice también renovó a todos su deseo «de paz y de bien en el Señor», y a poner en sus manos todos los momentos de nuestra vida, los alegres y también los tristes, ya que Él es «nuestra misericordia y nuestra esperanza», dijo el Papa.
«Y a todos – concluyó diciendo el Santo Padre – les deseo un feliz domingo». A la vez que pidió que no se olviden de rezar por y él, y se despidió, como es costumbre, con la conocida frase de «buen almuerzo y hasta la vista».
Texto y audio completo de los saludos del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas,
Dirijo un cordial saludo a ustedes, fieles de Roma y peregrinos llegados de Italia y de otros países. Saludo a las familias, a las asociaciones, a los diferentes grupos parroquiales, en particular a aquel de Monzambano, los confirmandos de Bonate Sotto y los jóvenes de Maleo.
En este primer domingo del año renuevo a todos los deseos de paz y de bien en el Señor. ¡En los momentos alegres y en aquellos tristes, confiemos en Él, que es nuestra misericordia y nuestra esperanza! También recuerdo el compromiso que hemos asumido el primer día del año, Jornada de la Paz: «Vence la indiferencia y conquista la paz»; con la gracia de Dios, podremos ponerlo en práctica. Y recuerdo también ese consejo que muchas veces les he dado: todos los días leer un párrafo del Evangelio, un pasaje del Evangelio, para conocer mejor a Jesús, para abrir nuestro corazón a Jesús, y así podemos hacerlo conocer mejor a los demás. Llevar un pequeño Evangelio en el bolsillo, en la cartera: nos hace bien. No se olviden: cada día leamos un pasaje del Evangelio.
Les deseo buen domingo y buen almuerzo. Y, por favor, por favor, no se olviden, de rezar por mí. Hasta la vista.
Fuente: Radio Vaticano)