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Los jubilados: vida y riqueza de cada día

Hoy hay más de 400 mil jubilados y más de 3 millones de afiliados y de acuerdo a las estadísticas, en los últimos 3 años, la tasa de jubilación se incrementó en 6% y de afiliación tan solo en un 2%, sin contar las 270 mil desafiliaciones de estos últimos meses causada por las pandemias sanitaria, social y las medidas económicas.

La situación de los jubilados se complica enormemente, pues el Fondo de Invalidez, Vejez y Muerte se alimenta de los aportes del Estado (40%), de los réditos de las inversiones del BIESS y de los aportes de los afiliados activos.

La Constitución Política de Ecuador señala que «El derecho a la seguridad social es un derecho irrenunciable de todas las personas, y será deber y responsabilidad primordial del Estado» (art. 34) y para la Organización Internacional del Trabajo, la Seguridad Social es «la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez…» (OIT 1991).

En Ecuador estos enunciados corren el riesgo de quedar en el papel como muchos otros, por los que nunca se hicieron esfuerzos por hacerlos realidad. Un caso patético es el de muchos ancianos que viven abandonados, sin seguridad social ni jubilación o acceso a atención médica y sumidos en la indigencia.

La historia del IESS es una complicada y larga suma de atracos, ineficiencias, engaños y mentiras, en las que sus administradores, casi sin excepción, se han servido de la Institución y por tanto del dinero de los afiliados; los distintos gobiernos del país han usufructuado y manipulado a sus dirigentes, convirtiéndola en la caja chica de la cual obtienen recursos frescos y empleo a sus seguidores.

El desfinanciamiento del IESS creció notablemente debido a la ‘Ley de Justicia Laboral’ (2015), que eliminó el aporte del 40% del Estado a la Seguridad Social. Medida que luego de tres años, la Corte Constitucional declaró como inconstitucional, pero tiempo en que el IESS dejó de recibir más de 5 mil millones de dólares. En los dos últimos años, a pesar de promesas, el Gobierno Nacional ha entregado tan solo el 28% de lo adeudado, por lo que el IESS acude nuevamente a sus fondos de inversión para cubrir las pensiones.

Nuestros jubilados viven un drama muy complejo y complicado, que está muy lejos del horizonte de la buena calidad de vida que merecen. La gran mayoría recibe pensiones insuficientes para los ingentes gastos que deben afrontar, como atención oportuna en salud y medicinas para las dolencias propias de su edad, además de médicos geriatras que les atiendan…

Por ello, la ciudadanía en general, los afiliados y jubilados del IESS, en particular, por ser los dueños de los recursos aportados, demandan urgentemente un manejo autónomo, técnico, eficiente, eficaz, que rescate a la institución de la debacle en el que está sumergido por el manejo politiquero, ineficiente y corrupto que ha minado permanentemente su solidez económica y le ha sumido en bochornosos escándalos de corrupción.

El objetivo único del IESS es asegurar el bienestar de sus asociados en una perspectiva de autorresponsabilidad con solidaridad y colaboración, mediados por una administración donde la honestidad prime sin corrupción y donde sus afiliados sean atendidos de manera digna como retribución al aporte que han hecho durante toda su vida…

Exigimos que el Estado como también los demás morosos, cancelen lo adeudado al IESS. Además el desarrollo inmediato de un plan de salvamento institucional para el bienestar y cuidado de la mayoría.

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Carta No. 38, del 26 de julio 2020

Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz

Con los ojos fijos en Él, en la realidad y la fe