Por: Juan Ansion.- En el mes de noviembre, un conjunto de movimientos y comunidades laicas comprometidos con la Iglesia escribimos una carta al papa Francisco, entregada al nuncio apostólico, deseándole la bienvenida y presentándole algunos de los graves problemas que vive el país.
En ella, se habla de «graves hechos de corrupción de parte de representantes políticos y funcionarios públicos» con referencia expresa al caso «Lava Jato» que ha «puesto en evidencia prácticas habituales de prebendas millonarias en las obras públicas que refuerzan la desconfianza en autoridades e instituciones del Estado y afectan de manera directa a los más vulnerables».
Nuestra condena a la corrupción menciona las propia palabras de Francisco quien la ve como «la raíz de la esclavitud, del desempleo, de la incuria de las ciudades, de los bienes comunes y de la naturaleza» y habla incluso de «la necesidad de profundizar, a nivel internacional y de doctrina jurídica de la Iglesia, la cuestión relativa a la excomunión por corrupción o asociación mafiosa».
Los acontecimientos recientes en nuestro país agudizan nuestra indignación ante estas prácticas. El indulto a Alberto Fujimori, lejos de producir la reconciliación que se pretende, ha polarizado al país y creado en muchos el sentimiento de falta de justicia. La reconciliación, que anhelamos como cristianos, no puede nacer de la injusticia ni de arreglos bajo la mesa. Esperamos del papa Francisco un llamado claro sobre este punto.
La carta, además, menciona importantes problemas del país tales como las «enormes brechas sociales por un trato discriminador hacia las zonas rurales, los grupos étnicos originarios y las mujeres, incluyendo un alto grado de feminicidio».
Los movimientos firmantes se sienten alentados por la presencia de Francisco para encarar los grandes retos actuales y la apuesta por la vida y la esperanza, en la reafirmación y desarrollo del espíritu del Concilio Vaticano II y de las Conferencias del Episcopado Latinoamericano desde Medellín hasta Aparecida.
«Con nuestra Iglesia, dice el texto, asumimos la ´opción preferencial por los pobres’, fundamentada en el evangelio, y acogemos con alegría su llamado a escuchar ´el clamor de la tierra y el clamor de los pobres’ (Laudato Si´) para ir transformando juntos nuestra realidad y construir una Iglesia pobre y para los pobres».
La carta se refiere también a los tres lugares que visitará Francisco. Recuerda que «la Amazonía, patrimonio ecológico de la humanidad y lugar de vida de numerosas comunidades, sufre los efectos de un extractivismo irresponsable que depreda, deforesta y contamina». Ahí se evidencia, como dice la encíclica Laudato si’, que «no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental».
En Trujillo, «tenemos el reto de lograr una reconstrucción con verdaderos cambios, que no repita los errores de falta de planificación y prevención, que ponga en primer lugar el derecho a una vida segura para las poblaciones y una gestión solidaria y sostenible de los territorios y del agua, para lo cual es indispensable la vigilancia y participación ciudadana y la constante solidaridad de la Iglesia y los fieles.»
Y Lima, tercer lugar de la visita, mantiene enormes desigualdades y contrastes. Siendo sede del Gobierno Nacional, sigue siendo muy centralista y poco sensible a las necesidades del resto del país pese a albergar a «todas las sangres».
Antes del agradecimiento final, la carta da cuenta de «una dolorosa preocupación» por «el escándalo de la pederastia que involucra a instituciones -como el Sodalicio de Vida Cristiana- y personas de Iglesia». Por ello, «esperamos que la Iglesia, escuchando a las víctimas y fiel a las palabras de Jesús (Mt.18), se oponga a la impunidad y procure que las instancias judiciales del Estado hagan justicia».
«Asimismo, en la línea de la Comisión sobre Abuso de Menores que Usted ha creado, sugerimos que, como se hiciera con Laudato Si’, se estudie a fondo las posibles causas personales y estructurales de estos hechos para establecer medidas eficaces que eviten su repetición.»
Y van las palabras finales: «Agradeciendo una vez más la acción del Espíritu en el don de su Pontificado que nos guía y acompaña, ratificamos nuestro compromiso con la opción preferencial por los pobres y nuestra firme voluntad de seguir trabajando desde el Perú en la construcción de una sociedad de fraternidad y paz en armonía con la naturaleza.»
Firman los siguientes movimientos y comunidades laicos:
– Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos – MANTHOC
– Juventud Obrera Católica – JOC – PERÚ
– Equipos Docentes del Perú – EDOP
– Rama Secular de los Sagrados Corazones – Perú
– Fraternidad Laica Carlos de Foucauld
– Comunidad de Vida Cristiana – Perú
– Unión Nacional de Estudiantes Católicos – UNEC
– Movimiento de Profesionales Católicos – MPC (MIIC – PAX ROMANA)
– Movimiento de Trabajadores Cristianos – MTC-PERÚ
– Comunidad de Laicos Asociados Del Prado
– Comunidad de Laicas Asociadas al Instituto Bienaventurada Virgen María
– Comunidad Cristiana Compasionista, Asociados a la Congregación de Religiosas Nuestra Señora de la Compasión
– Pax Christi Perú
– Asociación Peruana de Comunicadores Mons. Luciano Metzinger – SIGNIS – PERÚ
– Asociación Laical de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado
– Comunidad de Hesed
(Siguen numerosas adhesiones de personas individuales)
Para acceder al texto íntegro de la carta, haga clic aquí
Iniciativa Vaticano II
Compartido por diario La República, Perú