Frei Betto*.- Entre los 605 millones de habitantes de la América Latina, hay 44 millones de indígenas que dominan 420 idiomas, y 150 millones de negros, que equivalen al 30% de la población del continente.
De los 207 millones de habitantes de Brasil, 53,6% son negros. Los negros constituyen la mayoría de la población en Brasil, Venezuela y la República Dominicana. Y todavía existen en Brasil 2 800 comunidades quilombolas[1] que abrigan a 1,7 millones de personas. Solo 230 de esas comunidades poseen títulos de propiedad de sus tierras.
Según Latinobarómetro, 73% de los latinoamericanos están convencidos de que las elites gobiernan a favor de sus propios intereses y no de los derechos de la mayoría de la población. La proporción de personas que creen que su país está retrocediendo supera hoy a la de quienes piensan lo contrario.
Entre 2015 y 2016, el apoyo a la democracia en Brasil cayó 22 puntos porcentuales. Ahora, solo 32% de la población cree en la democracia, Sin embargo, según Latinobarómetro, 54% de la población latinoamericana aún cree que la democracia es el mejor sistema de gobierno.
La América Latina tiene hoy la mayor tasa de homicidios del mundo, encabezada por Brasil. En todo el planeta se cometen cerca de 600 mil homicidios anuales, 60 mil de ellos en nuestro país. Una de cada tres de las personas asesinadas en el mundo se encuentra en nuestro continente, que alberga apenas 8% de la población mundial.
En solo cuatro países ocurre el 25% de los homicidios que se producen en la América Latina: Brasil, Colombia, México y Venezuela. De las 50 ciudades más violentas del mundo, 41 se ubican en nuestro continente, y 21 en Brasil. Las causas principales de los asesinatos son la desigualdad social, el machismo y el racismo.
En nuestro continente, los impuestos sobre la renta del capital representan solo 5,2% del PIB. En los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), alcanzan 11,4%. En la Unión Europea, el 10% más rico paga el 20% de su renta en impuestos. En la América Latina, solo el 5,4%, aunque la fortuna de los multimillonarios que residen aquí haya crecido entre 2002 y 2015 21% (más de seis veces el aumento del PIB). Y se sabe que una parte considerable de ese monto va a parar a paraísos fiscales sin pagar impuestos.
Entre 2000 y 2015, La América Latina experimentó un crecimiento económico gracias al boom de las materias primas. A partir de 2015, la economía comenzó a decrecer debido a la presión del capital internacional sobre nuestras economías nacionales, la reducción de las exportaciones y la creciente importación de productos industrializados, sobre todo chinos, lo que empezó a amenazar a la industria continental.
Entre 2003 y 2011, la economía brasileña creció solo 3,6% al año, lo que resulta insuficiente para absorber el crecimiento vegetativo de la fuerza de trabajo, que es de alrededor de 5% anual. Si la crisis brasileña tardó en aflorar se debió a que nuestro país aprovechó la liquidez internacional y surfeó en la burbuja especulativa. Pero no supo valerse de aquellos buenos vientos para poner en práctica un desarrollo sustentable y favorecer el crecimiento interno. La tasa media de inversión se mantuvo por debajo del 17% del PIB, inferior al nivel histórico de la economía brasileña entre 1970 y 1990.
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[1] Quilombos se llamó en Brasil a las comunidades de cimarrones organizadas en lugares agrestes. Sus descendientes se agrupan en comunidades en las tierras ocupadas por sus antepasados (N. de la T.).
* Frei Bretto Frei Betto es fraile dominico. Conocido internacionalmente como teólogo de la liberación. Autor de 60 libros de diversos géneros literarios -novela, ensayo, policíaco, memorias, infantiles y juveniles, y de tema religioso en dos acasiones- en 1985 y en el 2005 fue premiado con el Jabuti, el premio literario más importante del país. En 1986 fue elegido Intelectual del Año por la Unión Brasileña de Escritores. es autor, entre otros libros, de Oficio de escrever (Rocco)
www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.