Ciudad del Vaticano/Panamá.- «Detrás de cada emigrante se encuentra un ser humano con una historia propia, con una cultura y unos ideales», pues ello ayuda a percibir las profundas cicatrices que lleva consigo a consecuencia de «la razón o la sinrazón de su migración», expresa el papa Francisco, en un mensaje dirigido al Parlatino, que se reunió en Panamá del 8 al 10 de junio. Para el Pontífice, es importante conocer el porqué de la migración y con ello, las características que presenta el continente americano, y señala como requisito aquel de tomar contacto con las personas concretas.
El Parlatino se reunió en su XXXIII Asamblea General del Parlatino, en cuyo marco se llevó a cabo el Diálogo Parlamentario de Alto Nivel sobre Migración en América Latina y el Caribe, con el objetivo de emprender acciones con el fin de “mejorar las leyes, las políticas públicas y protocolos básicos” en relación a la migración, con miras a la aprobación de un pacto mundial sobre migración a firmarse en 2018..
En su mensaje, fechado 7 de junio, a la Presidenta del Parlatino, la señora Blanca Alcalá, y en su persona a todos los que forman parte del evento, el papa Francisco lo desarrolló alrededor de tres de las palabras que componen el título de los trabajos en cuestión: realidad, diálogo y compromiso.
En primer lugar, la realidad. El Papa destaca la importancia del conocer el porqué de la migración y con ello, las características que presenta el continente americano, y señala como requisito aquel de tomar contacto con las personas concretas, y esto porque «detrás de cada emigrante se encuentra un ser humano con una historia propia, con una cultura y unos ideales», escribe. En ese sentido Francisco pone en guardia sobre el análisis aséptico de la realidad, es decir aquel que se realiza tras una mesa de estudio, que produce «medidas esterilizadas». «La relación con la persona de carne y hueso, – constata – nos ayuda a percibir las profundas cicatrices que lleva consigo, causadas por la razón o la sinrazón de su migración».
En relación al diálogo el pontífice hizo hincapié en la necesidad de colaboración conjunta para elaborar estrategias eficientes y equitativas en la acogida de los refugiados, lo que comporta el deber de ofrecer todos los elementos «a los gobiernos locales y a la Comunidad internacional, para elaborar los mejores pactos para el bien de muchos».
Por último, y para dar una respuesta a las necesidades de los emigrantes, el Papa escribe sobre el requisito indispensable del compromiso de todas las partes: «no podemos quedarnos en el análisis minucioso y en el debate de ideas, sino que nos apremia dar una solución a esta problemática. Latinoamérica y el Caribe tienen un rol internacional importante y la oportunidad de convertirse en actores claves ante esta compleja situación».
«En este compromiso – añade- se necesita establecer planes a medio y largo plazo que no se queden en la simple respuesta a una emergencia».
Tras reconocer el enorme trabajo que conlleva afrontar los desafíos de las migraciones, el Papa lanzó una exhortación dirigida a los Gobiernos nacionales para que asuman sus responsabilidades con todos los que residen en su territorio, y renovó el compromiso de la Iglesia Católica, a través de la presencia de las Iglesias locales y regionales para responder «a esta herida que llevan consigo tantos hermanos y hermanas nuestros».(Griselda Mutual – Radio Vaticano)
Texto completo del Mensaje del Santo Padre con motivo de la sesión del Parlatino sobre migración (7 de junio de 2017).