Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco cuestionó la política del presidente estadounidense Donald Trump de separar familias en la frontera con México, al afirmar que el populismo no es la respuesta a los problemas de inmigración en el mundo. En una entrevista con la agencia Reuters, el pontífice dijo que apoyaba las declaraciones recientes de los obispos católicos de los Estados Unidos que criticaban la separación de los niños de sus padres por ser «contraria a nuestros valores católicos» e «inmoral».
Al referirse a la política de inmigración de tolerancia cero del presidente Donald Trump, que permite a las autoridades estadounidenses enjuiciar penalmente a todos los inmigrantes atrapados cruzando la frontera mexicana ilegalmente, manteniendo a adultos en la cárcel mientras sus hijos son enviados a centros gubernamentales, el Pontífice aseguró que comparte la posición de los obispos católicos de los Estados Unidos que condenan la medida. «Estoy del lado de los obispos», dijo el Papa, y añadió: «Que quede claro que, en estas cosas, respeto la posición de la conferencia de los obispos».
El Papa dijo que los populistas estaban «creando psicosis» con el tema de la inmigración, incluso cuando las sociedades que envejecían como Europa se enfrentan a «un gran invierno demográfico» y necesitan más inmigrantes. Sin inmigración, agregó, Europa «se vaciará».
«Pienso que no puedes rechazar a la gente que llega. Tienes que recibirlos, ayudarlos, cuidarlos, acompañarlos y luego ver dónde establecerlos, pero en toda Europa», dijo Francisco.
«Algunos gobiernos están trabajando en ello, y la gente tiene que ser instalada de la mejor manera posible, pero crear psicosis no es la cura», agregó. «El populismo no resuelve las cosas. Lo que resuelve las cosas es la aceptación, el estudio y la prudencia».
En la entrevista se refirió también sobre otros temas: El Papa dijo que era optimista sobre las conversaciones que podrían conducir a un acuerdo histórico sobre el nombramiento de obispos en China, y dijo que podría aceptar más dimisiones de obispos por el escándalo de abuso sexual en Chile.
Reflexionando sobre sus cinco años como pontífice, defendió su liderazgo de la Iglesia Católica contra las críticas de conservadores dentro y fuera de la Iglesia que dicen que su interpretación de las enseñanzas católicas es demasiado progresista.
Más mujeres en el Vaticano, pero no al «machismo en falda»
Sobre el futuro de la Iglesia, el pontífice señaló que está «en la calle» y revela que quiere nombrar a otras mujeres como encargadas de las oficinas de la Santa Sede, porque ellas son más capaces de resolver conflictos, aunque esto no debe llevar al «machismo en falda».
«Estoy de acuerdo en que deben ser más mujeres en la Curia. Para poner a una mujer vicedirectora en la Oficina de Prensa tuve que luchar», expresó en referencia a Paloma García Ovejero, nombrada por el pontífice en julio de 2016.
«Entre los candidatos con los que estoy hablando para cubrir el puesto de prefecto en la Secretaría de la Comunicación hay también una mujer, pero ella no está dispuesta porque tiene otros compromisos. Son pocas, hay que poner más, afirmó sobre el tema.
«Tengo la experiencia de Buenos Aires. Primero hacía un consejo con los consejeros sacerdotes sobre un tema que había que resolver, pero después discutía el mismo tema con un grupo mixto y el resultado era mucho mejor. Las mujeres tienen una capacidad de entender las cosas, una visión distinta. También la experiencia que he tenido aquí con las cárceles. He visitado muchas cárceles, las cárceles que están bajo la dirección de una mujer parece que van mejor».
«Creo que sería también así en la Curia, si hubiese más mujeres, incluso aunque alguno ha dicho que habría más chismorreos, pero no lo creo, porque los hombres también somos muy chismosos», sostuvo en la entrevista.
Sobre el sacerdocio femenino, repitió lo que ya explicó en otras ocasiones: «Juan Pablo II fue claro y cerró la puerta, y yo no vuelvo sobre esto. Era algo serio, no un capricho».
«Existe la tentación de ‘funcionalizar’ la reflexión sobre las mujeres en la Iglesia, que deben hacer esto, que tienen que ser esto otro. No, la dimensión de la mujer va más allá de las funciones. Es algo más grande. Volvamos a Hans Urs Von Balthasar, que concibe la Iglesia con dos principios: el principio petrino que es masculino, y el principio mariano que es femenino, y no hay Iglesia sin mujeres».
«Con el orden sagrado no se puede porque dogmáticamente no va», agregó. «No debemos reducir la presencia de la mujer en la Iglesia a la funcionalidad. No, es una cosa que el hombre no puede hacer. El hombre no puede ser la esposa de Cristo. Es la mujer, la Iglesia, la esposa de Cristo».
Sobre este tema, también explica que «en el Cenáculo parece ser más importante María que los Apóstoles. Sobre esto se debe trabajar y no caer, lo digo con respeto, en una actitud feminista».
«En la Iglesia hay funciones diversas, también la mujer puede ser jefe de un Dicasterio. Esto tiene una función, pero debe tener más que la función. Es otra dimensión de unidad, de acogida, de esposa. La Iglesia es esposa», subrayó.
Algunas peleas y decisiones difíciles
Francisco dijo que le entristecía la decisión del presidente Trump del año pasado de poner nuevas restricciones a los viajes y al comercio estadounidense con Cuba. El movimiento hizo retroceder la apertura de su predecesor el presidente Barack Obama hacia Cuba. El acuerdo, en el que Vaticano ayudó a mediar, «fue un buen paso adelante», dijo el Papa.
También dijo que la decisión de Trump de retirarse del acuerdo de París para recortar el cambio climático le causó «un poco de pena porque el futuro de la humanidad está en juego» y agregó que esperaba que Trump reconsiderase su postura.
Rechazando las críticas de que está en riesgo de traicionar a los católicos chinos leales al Vaticano, Francisco dijo que las conversaciones para resolver una disputa sobre el nombramiento de obispos en China -un obstáculo para reanudar los lazos diplomáticos- estaban «en un buen punto».
El Papa aceptó las dimisiones de tres obispos en Chile por el escándalo sobre abusos sexuales y las denuncias de que fue encubierto. Dijo que podría aceptar más renuncias, pero no especificó si tenía a alguien en mente.
El pontífice también comentó sobre las críticas internas de los conservadores hacia su papado, lideradas por el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke. Francisco dijo que se había enterado de la carta de los cardenales que lo criticaba «por los periódicos, una forma de hacer las cosas que es, digámoslo, no eclesiástica, pero todos cometemos errores».
Agregó que la reforma de la administración del Vaticano, la Curia, iba bien «pero tenemos que trabajar más» y que se sentía feliz por las reformas realizadas para hacer más transparentes las finanzas del Vaticano. El banco Vaticano, que cerró cientos de cuentas sospechosas o inactivas, «ahora funciona bien», dijo.
«Ha habido algunas peleas y he tenido que tomar algunas decisiones firmes», señaló.
No estoy pensando en renunciar
El Papa dijo que su salud era buena aparte de un dolor en la pierna relacionado con una enfermedad de la espalda. Reiteró sus declaraciones hechas poco después de ser elegido sobre que podría renunciar algún día por razones de salud como hizo su predecesor Benedicto XVI en 2013, pero dijo: «Ahora mismo, ni siquiera estoy pensando en eso».
Fuente: AICA