Montevideo, Uruguay.- A cinco meses de que se realicen las elecciones presidenciales y parlamentarias, el próximo domingo 27 de octubre, los obispos del Uruguay hicieron un llamado la ciudadanía para que sepa «discernir entre las opciones electorales» aquellas que mejor se ajusten a «la visión cristiana de la existencia» y «la doctrina social de la Iglesia». Así expresan en un mensaje titulado «Tiempo de elecciones, tiempo de esperanza», fechado en Florida, Uruguay, el 5 de abril.
El texto –que puede leerse completo en el sitio web de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU)– es pródigo en elogios a la vida republicana del país. «Una de las 20 democracias plenas del mundo, amiga del diálogo y los consensos y dueña de un territorio sin sustos de volcanes o de terremotos», afirman los prelados y destacan que el Estado «ha ido madurando hacia una laicidad positiva». En ese sentido, alentó «el compromiso político de los laicos católicos» y también «a quienes actúan en la política partidaria a conocer a fondo la rica doctrina social de la Iglesia».
Por otra parte, como «síntomas alarmantes de enfermedades a las que hay que buscarles remedio», los obispos mencionaron el índice de suicidios, especialmente de jóvenes, que coloca al Uruguay en el primer lugar de América Latina.
Además, advirtieron que «formamos el país más envejecido del continente: tenemos un estancamiento crónico de la población, somos los tres millones de siempre. ¿Cuál es el motivo? ¿Será que tenemos poco amor a la vida?».
El valor de la vida humana
Bajo este escenario, la CEU mencionó algunos elementos claves que los católicos deberían tomar en cuenta en las próximas elecciones, entre los cuales subrayó en primer lugar «la valoración de la vida desde su concepción hasta la muerte natural».
Explicó que «por la ciencia tenemos la evidencia de este comienzo y creemos que toda vida humana tiene un carácter sagrado. Protegerla, cuidarla, defenderla, es un deber esencial».
«Este criterio no es compatible con los abortos que se realizan. No nos resulta para nada ajeno el sufrimiento de una mujer que espera un hijo no deseado; creemos que el camino a recorrer, como sociedad, es poner los mejores esfuerzos para que ninguna mujer se vea enfrentada al drama del aborto, que es la peor de las soluciones», afirmaron.
Otro aspecto a considerar es «la nueva condición de la mujer en el mundo de hoy. Su protagonismo en los más diversos ámbitos de la sociedad enriquece a todos con la peculiaridad de su aporte. Esto lo vemos hoy también felizmente plasmado en el ámbito político».
Fuente: AICA