EEUU.- Los obispos de Estados Unidos expresaron su preocupación por las consecuencias que tendrá para los inmigrantes la construcción del muro prometido por el presidente Donald Trump en la frontera con México. Según señalan, «aumentará significativamente la detención y deportación de inmigrantes» y hará «caso omiso de la sentencia de cumplimiento de la ley estatal y local sobre la mejor manera de proteger a sus comunidades».
En un comunicado publicado el miércoles 25 de enero en su web, los obispos recuerdan que la frontera entre Estados Unidos y México abarca aproximadamente unos 3.200 kilómetros y que ya tiene unos 1.000 kilómetros de muro construidos durante la administración de George W. Bush.
El obispo Joe Vásquez, presidente del Comité de Migración y Obispo de la Diócesis de Austin, declaró: «Estoy descorazonado porque el presidente ha dado prioridad a construir un muro en nuestra frontera con México» y que «esta acción pondrá innecesariamente en peligro las vidas de inmigrantes».
«La construcción de ese muro solo hará que los migrantes, especialmente las mujeres y niños, sean más vulnerables a los traficantes y a los contrabandistas». Añadió que «la construcción de un muro de tales dimensiones desestabiliza a muchas comunidades vivas y muy bien conectadas entre ellas que viven en paz a lo largo de la frontera».
«En lugar construir ahora muros, mis hermanos obispos y yo continuaremos a seguir el ejemplo de Francisco. Nosotros buscaremos construir puentes entre las personas, los puentes que nos permiten romper las barreras de la exclusión y la explotación», indicó.
Consideró además que «el anunciado incremento de espacio de detención para inmigrantes y las actividades de control de la inmigración es alarmante», porque «desgarrará a familias y provocará miedo y pánico en las comunidades».
El presidente del Comité de Migración indicó que «respetamos el derecho de nuestro gobierno federal de controlar nuestras fronteras y garantizar la seguridad para todos los estadounidenses, pero no creemos que una acción en gran escala para la detención de inmigrantes y el creciente intensivo uso de control en comunidades inmigrantes sea el camino para lograr esas metas».
«Seguiremos –concluye el comunicado– apoyando y solidarizándonos con las familias inmigrantes. Recordamos a nuestras comunidades y a nuestra nación, que estas familias tienen un valor intrínseco como hijos de Dios. Y a todos los afectados por la decisión de hoy, de que estamos aquí para caminar con ellos y acompañarlos en esta ocasión».
Sobre el mismo tema, desde España el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, señaló que «Las civilizaciones que se honran hacen puentes, no muros», tras el anuncio de la construcción del muro. Lo dijo este miércoles a Europa Press al término del acto de entrega de los Premios ¡Bravo! en la sede de la Conferencia Episcopal Española.
Fuente: Zenit