Más de 90 organizaciones católicas de 18 países pidieron al gobierno brasileño proteger mejor la Amazonía y los derechos de los pueblos indígenas. En un comunicado firmado en Brasilia, Roma y Paderborn, el lunes 29 de marzo, y dirigido a las máximas autoridades del gobierno, incluyendo al presidente Jair Bolsonaro y al vicepresidente Hamilton Mourão, se expresa la preocupación extrema «con la destrucción contínua de la selva amazónica», por lo que formularon un pliego de acciones concretas para la defensa de la selva y de los pueblos originarios.
El documento, que es liderado por la Comisión Especial de Ecología Integral y Minería de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC) y el Banco de la Iglesia Católica Alemana, Bank für Kirche und Caritas (BKC), destaca que las organizaciones que suscriben la exhortación promueven estrategias de inversión ética y sustentable que se «basan en la doctrina social católica y los principios orientadores de protección de la vida humana, de la paz, de la justicia y de la creación».
En la comunicación se detallan datos alarmantes sobre la magnitud de destrucción de la selva amazónica, a partir de las investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE por su sigla en portugués) que según el balance mensual de octubre de 2020 registra un «record de incendios en la amazonía y en el humedal más grande del mundo el Pantanal, con más de 17.300 incendios. Ese número de incendios fue más de dos veces mayor que en el mismo mes del año anterior».
Así también, el INPE, despues de evaluar las imágenes satelitales «reporta un nuevo record en el nivel de deforestación en la selva amazónica brasileña en un año. De acuerdo con este informe, una increible cantidad de 11.088 kilómetros cuadrados de selva tropical fue talada en doce meses (de agosto de 2019 a julio de 2020), lo que equivale a un área mayor que Jamaica. Esto es el mayor registro en doce años y representa un aumento de 9,5% en comparación con el mismo período del año pasado y que también fue record».
Las organizaciones enfatizan que «este daño ambiental devastador está en total contraste con el tema orientador católico de preservar la creación y del llamado de Su Santidad, el papa Francisco, en la Encíclica Laudato Si, para proteger el clima y el medio ambiente. Además de eso, la Amazonía no es solo el ‘pulmón común’ de la humanidad, sino también, en términos concretos, el hogar de un gran número de pueblos indígenas».
En el pliego de peticiones, las organizaciones católicas proponen elaborar elaborar «un plan de acción claro que, en una primera etapa, debe alcanzar los siguientes objetivos:
• Implementación de una estricta legislación de protección ambiental
• Seguimiento y cumplimiento de la legislación ambiental
• Plan concreto de combate a la deforestación, con presupuesto y metas intermedias a medir
• Mejora masiva de los recursos de extinción de incendios y en Ibama en la Amazonía
• Elevar disposiciones restrictivas contra las organizaciones no gubernamentales y entablar un diálogo con las partes interesadas sobre medidas ambientales
• Protección de territorios y derechos humanos de los pueblos indígenas con medidas y obligaciones cuantificables a plazo fijo
• Expropiación de tierras que fueron apropiadas ilegalmente y divulgación pública de esta información
• Actividades forestales e informes anuales de progreso
Mientras esperan la respuesta del gobierno brasileño, las organizaciones católicas manifiestan que iniciarán «un intercambio de información con grupos de inversores con los que ya esté en contacto o que tengan las mismas inquietudes que nosotros».
Lea aquí el contenido íntegro de la comunicación
Redacción: radioevangelizacion.org